Sudáfrica podría exportar un volumen récord de 560.000 toneladas de mandarinas en la campaña 2022/23, un 8% más que en la anterior, debido al aumento de su producción y a la fuerte demanda exterior. La Unión Europea y el Reino Unido serán el destino del 45% de ese volumen, seguidos por Rusia (10%) y Estados Unidos (10%).
Estas son las previsiones que maneja el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) en su último informe sobre el mercado mundial de cítricos, en el que presta especial atención a las exportaciones sudafricanas.
Las ventas de mandarinas de Sudáfrica al exterior no han dejado de crecer en la última década. El consumo nacional es muy inferior al de naranjas ya que los operadores dan prioridad a la exportación.
De hecho, de las 670.000 toneladas que podrían producirse en el país en la campaña 2022/23 solo 48.000 se destinarán al mercado interno (el resto será para industria). Esa producción supondría un incremento del 6% respecto a la obtenida a la campaña anterior y se debería a una disponibilidad suficiente de agua para riego y al creciente número de nuevas plantaciones que están ya en plena producción.
La superficie dedicada al mandarino ha crecido mucho en Sudáfrica en los últimos años. En la nueva campaña se espera que el incremento se ralentice (+1%, hasta 28.225 hectáreas, frente a un aumento del 7% en la campaña anterior) debido a que la demanda va cediendo y los costes suben.
El USDA espera una caída de la producción de mandarinas de 1,2 millones de toneladas a nivel mundial
A nivel mundial el USDA espera una caída de la producción de mandarinas de 1,2 millones de toneladas, hasta 36,6 millones, por el descenso en China (primer productor mundial, con 26,5 millones de toneladas), Marruecos y Turquía, que han sufrido unas condiciones meteorológicas desfavorables.
En la Unión Europea (segundo productor mundial) el descenso será del 5%, hasta los 3 millones de toneladas, por la disminución de la producción en España como consecuencia de la sequía y a pesar de unos mejores resultados en Grecia.
También será algo menor el consumo en la UE, tras el incremento registrado en las dos campañas anteriores en el contexto de la pandemia (en las que se superaron ligeramente los 3 millones de toneladas).
Las importaciones comunitarias disminuirán asimismo (410.000 toneladas frente a 432.000 en 2021/22); Marruecos y Sudáfrica seguirán siendo sus principales proveedores.
Menos naranjas y limones
La producción mundial de naranjas también será más corta en 2022/23 (-5%; 47,5 millones de toneladas) por la disminución en la UE, Estados Unidos y Marruecos, que se verá solo parcialmente compensada por el incremento que se espera en Egipto y Sudáfrica.
La sequía y el calor del verano en España e Italia reducirán la cosecha comunitaria en un 13%, hasta los 5,9 millones de toneladas.
Esa disminución se cubrirá solo parcialmente con importaciones (835.000 toneladas), por lo que se espera una caída del consumo en fresco, de las salidas para industria y de las exportaciones. En el caso de las naranjas son Egipto y Sudáfrica los principales proveedores del mercado comunitario.
Por último, la producción mundial de limones caerá un 7% en 2022/23 respecto a la campaña anterior, hasta los 9,3 millones de toneladas. Esta evolución se debe principalmente a unas menores cosechas por el mal tiempo y por los elevados costes de producción en Argentina, Méjico y Turquía. Esa menor disponibilidad conducirá a una caída del consumo, las salidas para industria y los intercambios mundiales.
En la UE se espera una disminución del 4%, hasta 1,6 millones de toneladas. También en este caso las malas condiciones climáticas en España son el principal motivo de esa evolución. A pesar de ello no se espera un aumento de las importaciones porque se prevé una caída de la demanda.
