El Gobierno central ha asegurado que la contaminación del Mar Menor se debe a la materia orgánica de los fertilizantes utilizados en las «plantaciones ilegales» del Campo de Cartagena y ha apostillado que, ante esta situación, el presidente murciano, Fernando López Miras, «mira para otro lado».
La ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, participó el domingo en la clausura de la convención municipalista de las Juventudes Socialistas celebrada en Molina de Segura, donde señaló que ante «la total dejación de funciones» del Ejecutivo regional, el Gobierno de España ha hecho «algo inédito», al asumir competencias autonómicas para «poder actuar y rescatar» la laguna salada.
Morant ha recordado que el plan de regeneración del Mar Menor, al que el Gobierno «ha destinado 500 millones de euros», está abordando el problema «con ciencia y conocimiento para alcanzar soluciones» y ha apostillado que desde su Ministerio se han movilizado «a decenas de científicos del Instituto Español de Oceanografía«.
También ha señalado que «el populismo no arregla el Mar Menor», aludiendo a la medida de López Miras de abrir la laguna salada al mar Mediterráneo, algo que «solo sirve para trasladar el problema de un lado a otro, y negar la realidad, en detrimento de los agricultores que sí están haciendo bien su trabajo y que necesitan que se luche contra la agricultura ilegal».
Finalmente, la ministra se ha preguntado cuáles son los intereses del Gobierno regional para negar la evidencia científica, «agravando un problema no solo medioambiental, sino también turístico, social y económico».