El margen de los olivareros y de las almazaras por la producción de aceite de oliva virgen extra (AOVE) fue negativo en la pasada campaña 2019/20 mientras que envasadores y distribuidores obtuvieron beneficios. Así se desprende del estudio de la cadena de valor del aceite de oliva virgen extra presentado el 8 de junio por el Ministerio de Agricultura, durante la XIII reunión del Pleno del Observatorio de la Cadena Alimentaria.
El estudio señala que su objetivo es profundizar en el conocimiento sobre la cadena de valor del AOVE para contribuir a la transparencia del mercado y detectar posibles ineficiencias en la cadena y subraya que no es un ejercicio estadístico sobre ingresos, costes y beneficios de los distintos agentes que operan a lo largo de la cadena.
Sin embargo, los datos relativos a los costes, precios percibidos y márgenes netos muestran que los dos primeros eslabones de esta cadena (olivareros y almazaras) recibieron unos precios inferiores a sus costes de producción en esa campaña mientras que los otros dos (envasadoras y distribución) tuvieron márgenes positivos.
En el caso de los olivareros, el precio medio ponderado que recibieron fue de 2,122 euros/kilo frente a un coste medio de 2,757 euros, lo que arroja una pérdida media de 0,635 euros por kilo. En el caso de las almazaras la pérdida fue de 0,280 euros por kilo. Por su parte las envasadoras obtuvieron un beneficio medio de 0,499 euros por kilo y los distribuidores de 0,186 euros.
El estudio recuerda que en la campaña 2019/20 se obtuvo una producción inferior a la media (1.129.233 toneladas) y que una menor producción conlleva costes proporcionalmente más altos en las fases agraria y de transformación.
En la campaña 2018/19, con una producción de aceite de oliva muy superior a la media (1.794.277 toneladas) el coste medio en la fase agraria por kilo fue de 2,013 euros y los olivareros obtuvieron un precio medio de 2,281 euros/kilo, por lo que recogieron un beneficio de 0,268 euros.