¡Ay, qué tiempos aquellos! La señorita Rottenmeier era un personaje que aparecía en la serie Heidi, que causó furor hace más de 40 años. Era muy estricta y siempre estaba de mal humor y regañando. Pues bien, en ese plan llegó a la reunión que tuvo lugar el pasado miércoles, con las organizaciones agrarias y las cooperativas, la subsecretaria del Ministerio de Agricultura, la abogada del Estado María Dolores Ocaña. El objetivo era hablar del sistema de seguros agrarios, de las andanzas del Agroseguro de Ignacio Machetti, Inmaculada Poveda, Mapfre, Agropelayo y Caser, y de la tolerancia de la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA) con los del monopolio. Y no lo digo yo. Lo dicen las organizaciones agrarias y las cooperativas, que era la primera vez que se reunían a solas con doña María Dolores, en un documento que redactaron para enviar a la “subse”, que es a la vez la presidenta de ENESA, pero que luego decidieron no firmar y tampoco remitir formalmente a su destinataria. Sus representantes sabrán por qué. Sin embargo, esta última, lo mismo que nosotros, se hizo con el citado papel, se agarró un enfado monumental y se puso en plan Rottenmeier.
“Las OPAS y las Cooperativas, miembros oficiales de la Comisión General de ENESA, vienen observando y padeciendo desde hace tiempo una praxis inadecuada por parte del pool, que lamentablemente, muy a nuestro pesar, cuenta con una anuencia manifiesta por parte de ENESA”
Y, ¿qué se dice en el citado “papel”? Pues “lindezas” como las que siguen a continuación, que hacen que aquí, en AGROPOPULAR, seamos unas “hermanitas de la caridad”. Se habla de “praxis inadecuada por parte del ‘pool’ (Agroseguro) y ello con “la anuencia manifiesta de ENESA”. Las organizaciones agrarias y las cooperativas expresan su discrepancia y malestar con la actitud de ENESA desde 2017; insisten en el “déficit de transparencia” del “pool” y llegan a escribir que “somos rehenes de subidas aberrantes de las tarifas” por parte de Agroseguro y con el visto bueno de ENESA “para maximizar los beneficios de sus compañías accionistas”. La lista de quejas sería interminable y se pueden resumir en un párrafo que reza así: “las OPAS y las Cooperativas, miembros oficiales de la Comisión General de ENESA, vienen observando y padeciendo desde hace tiempo una praxis inadecuada por parte del pool, que lamentablemente, muy a nuestro pesar, cuenta con una anuencia manifiesta por parte de ENESA”. Lo que hemos dicho aquí en estos años sobre el monopolio Agroseguro se queda corto con lo que han escrito en el documento sus autores, que terminan con una petición, que reza así (atención, pásmense): “queremos gozar de seguridad jurídica en los contratos” que firman los agricultores y ganaderos con el monopolio Agroseguro. Me pregunto si acaso no hay seguridad jurídica ahora. Más claro, agua. Y, claro, todo esto enfadó a la subsecretaria María Dolores Ocaña y a Jose María García de Francisco, el director general de ENESA, que lleva unos cuantos años mirando para otro lado. Ya veremos si ambos siguen haciendo lo mismo ahora que el escándalo ha estallado en toda su magnitud. Relájense los dos, pidan el frasco de las sales, prepárense para lo que viene y déjense llevar por la música.
Editorial de César Lumbreras