Marruecos está restringiendo el uso del agua para regar a los agricultores de algunas zonas ante la situación de sequía a la que se enfrenta el país, según informó el presidente de la Confederación Marroquí de Agricultores y Desarrollo Rural (Comader), Rachid Benali.
La sequía se ha agravado debido a una ola de calor con temperaturas anormales de hasta 31 grados que ha azotado esta semana a algunas zonas de Marruecos como Agadir (sur del país) y también a niveles cercanos a los 30 en Rabat (28), casablanca (29) o Marrakech (28).
Este calor puntual se produce en un momento especialmente preocupante para Marruecos, que registra por sexto año una sequía acumulativa que está causando estragos en las cosechas.
Marruecos registra un déficit de precipitaciones del 70%
De hecho, según los últimos datos ofrecidos por el Gobierno marroquí, el país registra un déficit de precipitaciones del 70% desde el pasado septiembre hasta mediados de este enero en comparación con la media de los últimos años, y la tasa de llenado de presas es del 23,2%, frente al 31,5% del año pasado por estas fechas.
Ante esta situación, el Gobierno ha emprendido un plan de emergencia para garantizar el suministro de agua potable que incluye una mejor gestión de las presas, la construcción de equipos urgentes de conducción de agua y la posibilidad de restringir el caudal si es necesario.
Benali afirma que el sector más dañado es el del cereal, especialmente en las zonas de cultivos de secano, pero ahora también en las zonas de regadío que sufren cortes en el suministro.