Una serie de factores en el mercado mundial de materias primas condicionan la situación de los sectores agrarios comunitarios, según señala la Comisión Europea en su último informe de perspectivas de los mercados agrarios a largo plazo.
Bruselas apunta que la recuperación de la economía en la UE, Estados Unidos y China ha contribuido a la actual subida de precios de algunas materias primas, como los cereales. Por otro lado, el precio de la energía, en particular del gas, alcanza niveles récord, lo que tiene un fuerte impacto en el de los fertilizantes, que casi se ha duplicado en un año. Por último, las interrupciones en la cadena de abastecimiento provocadas por la variante delta del Covid-19 en Asia añaden tensión a los mercados.
Respecto a la situación de los principales sectores agrarios en la UE, el informe de la Comisión constata que la cosecha comunitaria de trigo y de oleaginosas ha sido buena y se ha recuperado de los bajos niveles del año pasado. Las perspectivas son también favorables para el maíz y la remolacha. Esta mejora de las producciones, junto con los elevados precios de los cereales y las oleaginosas, deberían ayudar a los agricultores a absorber la subida de los costes de producción.
En el caso de los mercados ganaderos la situación es menos favorable. Los precios de la carne de vacuno, de la carne de ave y de la leche son relativamente buenos, según la Comisión, pero los márgenes pueden verse exprimidos por la subida del precio de los alimentos para el ganado y de otros costes. Las explotaciones extensivas de vacuno de carne y de leche se beneficiarán de la disponibilidad de pastos. El sector de carne de porcino, por su parte, afronta una situación de precios bajos (derivada del aumento de la producción, de una demanda interna limitada y de una ralentización de las ventas a China) y costes altos.
La Comisión estima que los elevados precios de los cereales y la disponibilidad de pastos mantendrán estable en la presente campaña 2021/22 el uso de cereales en alimentación animal, en torno a los 162 millones de toneladas.
Aceite de oliva: producción estable y aumento de las exportaciones
Las previsiones de Bruselas apuntan a que la producción comunitaria de aceite de oliva se mantendrá en la presente campaña 2021/22 en un nivel similar al de la anterior, en torno a 2,1 millones de toneladas. Aunque inicialmente se presentaba con mejores perspectivas, el calor y la sequía del verano han afectado a la cosecha de aceituna en Italia y Grecia mientras que en España se espera una producción media.
Las exportaciones, que en 2020/21 se situaron ligeramente por encima de las 800.000 toneladas, alcanzarán en la nueva campaña las 860.000 toneladas. A este incremento contribuirá un esperado aumento de las ventas a Estados Unidos, dada la mejora de las relaciones comerciales con este país, así como la reapertura del canal horeca en otros mercados exteriores importantes para la UE y el continuo esfuerzo por abrir nuevos destinos. Las importaciones de aceite de oliva en la UE podrían aumentar en un 25%, hasta las 200.000 toneladas, debido a las mayores disponibilidades en Túnez.