El Gobierno anunció un plan para luchar contra la despoblación en el medio rural para antes de que finalizase 2017, es decir, el pasado año. Casi cuatro meses después, todavía no ha llegado y tan solo se han realizado anuncios bienintencionados que no dejan de ser un conjunto de medidas sueltas y sin ninguna coordinación.
La grave situación que se vive en una gran parte de la España interior, con especial incidencia en Galicia, Castilla y León, Castilla- La Mancha, Aragón y en algunas zonas de Asturias, Cantabria, Comunidad Valenciana, Navarra, La Rioja y Extremadura, exige un plan de fondo y una serie de actuaciones coordinadas de todas las administraciones territoriales, con instrumentos, por ejemplo, de carácter tributario y fiscal, en materia de Seguridad Social, mejora de las comunicaciones, de la educación, de la sanidad pública, acceso a las nuevas tecnologías o seguridad.
La grave situación exige un plan de fondo y una serie de actuaciones coordinadas de todas las administraciones territoriales
El Gobierno del Partido Popular se lo tomó en serio en su momento. Por lo menos en lo que respecta a los anuncios que hizo. Cosa bien distinta es lo que ha quedado plasmado en la realidad hasta ahora, que ha sido prácticamente nada.
Bien es verdad que los otros partidos políticos no han mostrado una especial atención a este grave problema de despoblamiento y envejecimiento en el medio rural.
Ahora que se aproximan muchas citas electorales (municipales, autonómicas, europeas y generales), quizás sea el momento de que el partido que sustenta al Gobierno pase de las palabras a las obras y de que los otros partidos políticos, principalmente Ciudadanos, se enteren de que el problema existe. Hay muchísimos votos en juego.
Artículo de opinión publicado en el diario `La Razón´ el 16 de abril de 2018. El Galgo Apeles: César Lumbreras