“Es probable que el volumen del comercio mundial de mercancías disminuya bruscamente en el primer semestre de 2020 como consecuencia de la perturbación de la economía mundial causada por la pandemia de COVID-19”. Así lo pone de manifiesto el Barómetro del Comercio de Mercancías de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El índice de la OMC, que mide las perspectivas de los intercambios mundiales cada trimestre, se sitúa actualmente en 87,6 puntos, muy por debajo del valor de referencia de 100, lo que revela una fuerte contracción del comercio mundial que continuará en el segundo trimestre. Se trata del valor más bajo registrado desde la creación del indicador en julio de 2016.
El actual índice «es un síntoma de las fases iniciales del brote del COVID-19, y aún no muestra indicios de que el comercio haya tocado fondo», analizó la OMC, que ya el 8 de abril vaticinó una caída del comercio de mercancías de entre el 13% y el 32% a lo largo de todo este año 2020.
Los seis subíndices con los que se elabora el barómetro mostraron contracción, siendo el que mide el estado del sector de la automoción el que presentó peores cifras (79,7 puntos), debido al colapso de la producción y venta de automóviles en las principales economías.
También hubo lecturas muy por debajo de 100 en los indicadores de nuevas exportaciones (83,3), transporte de carga marítimo (88,5) y aéreo (88), y sólo se percibió una situación cercana a la estabilidad en los subíndices de intercambio de componentes electrónicos (94) y de productos agrícolas (95,7).
Intensificar la cooperación y coordinación
En una reunión del Consejo General celebrada a mediados de este mes, los miembros de la OMC intercambiaron opiniones acerca de las respuestas a la pandemia del COVID-19 en la esfera del comercio. Muchos de ellos indicaron que la mejor forma de abordar esta crisis sin precedentes era intensificar la cooperación y la coordinación entre la comunidad internacional, incluida la OMC.
Asimismo, el director general de la OMC, Roberto Azevêdo, acogió con satisfacción la aprobación por los ministros del G-20 de las medidas de acción colectiva destinadas a reducir la repercusión de la pandemia del COVID-19 en el comercio y la inversión y a ayudar a fomentar la recuperación de la economía mundial.