Según José Miguel Viñas, meteorólogo de Meteored, a pesar de la gran variabilidad que caracteriza el tiempo meteorológico en latitudes medias, lo normal es que al final del verano la atmósfera comience a mostrar signos de cambio, con los primeros descolgamientos de aire frío sobre la Península Ibérica.
Las ondulaciones del chorro dan lugar a una nueva dinámica que rompe la monotonía anticiclónica dominante durante el largo y cada vez más cálido periodo estival
El primer sobresalto meteorológico lo tuvimos a finales de la semana pasada, con una importante entrada fría que, aparte de provocar un acusado y generalizado descenso de las temperaturas, propició una extraordinaria actividad tormentosa que afectó principalmente al nordeste peninsular.
Entre el miércoles y el viernes volveremos a notar una subida de las temperaturas en la mayoría de regiones
Según Viñas, la entrada de aire frío vino de la mano de una vaguada que entre el viernes y el domingo se desplazó por gran parte de la Península, alcanzando el archipiélago balear. Pasado ese primer zarpazo, el intenso calor se ha aplacado, aunque entre el miércoles y el viernes volveremos a notar una subida de las temperaturas en la mayoría de regiones, sin calor extremo.
Esa última jornada –la del viernes– todo apunta a que una nueva vaguada de aire frío comenzará a descolgarse por el noroeste peninsular, pero en esta ocasión su alcance y magnitud probablemente serán mayores que la primera.
La segunda entrada de aire frío abrazará más de lleno la Península y todo apunta a que terminará formándose una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), que a últimas horas del próximo sábado podría quedar situada en el entorno del Golfo de Cádiz.
Aunque este tipo de situaciones presentan siempre incertidumbre, la formación de la DANA se va confirmando en las sucesivas actualizaciones del modelo del Centro Europeo, así como su profundidad, relacionada con la baja temperatura que podrá alcanzar el aire en la vertical de ese embolsamiento.
Se prevén cantidades de agua precipitable muy grandes por la mitad oriental peninsular
Si finalmente la posición que ocupe la DANA no se desvía mucho de la evolución prevista, evolucionará por el oeste peninsular y favorecerá una situación de gran inestabilidad atmosférica (generalizada). Se prevén cantidades de agua precipitable muy grandes por la mitad oriental peninsular.
La situación se irá definiendo mejor en las próximas pasadas del modelo, pero parece probable que asistiremos a un nuevo sobresalto meteorológico y que en esta ocasión las fuertes precipitaciones, asociadas a potentes tormentas, afectarán a una extensa área de la Península, lo que podría provocar desbordamientos de ríos e inundaciones.