El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) está ultimando la actualización de la norma de calidad de la miel, para aportar mayor transparencia en la información que se ofrece a los ciudadanos sobre el origen de este producto. De este modo, a partir de ahora se va a exigir que se indiquen los países de procedencia de forma detallada. Cabe recordar que hasta ahora solo se indicaba de manera genérica con los términos “mieles originarias de la UE o no UE”.
Además, en el caso de las mezclas de miel de distinta procedencia, se deberá indicar el tanto por ciento que estos países suponen en la composición final.
La nueva norma también establecerá la obligatoriedad de incluir en el etiquetado la mención “miel tratada con calor”, en las mieles sometidas a un tratamiento térmico superior a los 45 grados centígrados.
La norma contempla otorgar un periodo transitorio de 18 meses para comercializar las existencias
Otro de los cambios importantes del proyecto es el de poder emplear la mención voluntaria “obtenidas en frío”, en el caso de aquellas mieles que no han sido sometidas a un tratamiento térmico en ninguna de las fases de obtención o preparación.
Asimismo, la norma contempla otorgar un periodo transitorio de 18 meses para comercializar las existencias de productos envasados, comercializados y etiquetados que no cumplan estas nuevas exigencias, con el objetivo de facilitar la transición a este nuevo modelo de etiquetado.
Según el Ministerio, de este modo se atiende a una demanda de consumidores, sector apícola y distintas administraciones públicas que solicitaban mayor claridad sobre el origen de la miel, de la que España es uno de los principales artífices en el comercio europeo.