En la emisión de AGROPOPULAR del 14 de octubre de 2023 contamos con la intervención de Miguel Minguet, el responsable de la sectorial de arroz de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA). Hizo balance de la cosecha del arroz en la Comunidad Valenciana y detalló que el principal problema que tiene este sector es la «continua prohibición de productos para atacar a las plagas».
Sobre la siega del arroz, informamos que en Valencia, en el parque natural de La Albufera, ya está finalizando y con una merma de la producción y unos precios al agricultor estables. La organización estima que la cosecha sería un 15% más corta que la media de los últimos años.
En concreto, según detalló Minguet, en la zona de Pego (Alicante) «que es una zona más temprana porque hace más calor por lo que siembran antes y también cosechan antes» sobre todo se cultiva la variedad bomba y que esta «es un desastre por culpa de materias activas que van desapareciendo y al final llega un momento en el que aparecen resistencias y el cultivo del arroz bomba está en entredicho».
Respecto a los precios, Minguet señaló que el año pasado experimentaron una cierta subida de precios sobre el histórico y esperan que este año los precios se mantengan. «Hay muy poco producto por lo que lo lógico sería que subieran más pero es que la importación es masiva», lamentó, por lo que no cree que las cotizaciones lleguen a ser lo que podrían ser.
Prohibición de productos para atacar a las plagas
El responsable de la sectorial de arroz de AVA-ASAJA indicó que el principal problema al que se tiene que enfrentar el sector arrocero es la prohibición continua de productos para atacar a las plagas. «El problema es que el arroz es un cultivo pequeño en España y en la Unión Europea, por lo que a las casas de fitosanitarios no les sale rentable invertir las cantidades gigantescas que necesitan en Bruselas para obtener los productos o siquiera para mantenerlos».
Esto tiene como consecuencia que «se nos vayan cayendo los productos» porque la Comisión Europea no deja de poner exigencias y es cada vez más complicado. «Cuando son cultivos grandes la casa hace números y les sale rentable, pero en el arroz no», concluyó Minguet.