El año se cierra con nubarrones en el sector remolachero por la intención de Azucarera de recortar el precio a la vista de las bajas cotizaciones que tiene el azúcar en el mercado internacional, cosa que es verdad. Pero también es verdad que en los años de las “vacas gordas” esta empresa se ha hinchado a ganar dinero, que no ha repartido con los cultivadores de remolacha; sin embargo, ahora sí quiere “socializar las pérdidas”. Y pretende hacerlo acogiéndose a lo dispuesto en uno de los apartados del Acuerdo Marco Interprofesional (AMI) que firmó en su día con las organizaciones agrarias. Estas últimas se plantean ir hacia un arbitraje de obligado cumplimiento, algo que también se prevé en el citado Acuerdo. Se avecinan malos tiempos para los remolacheros y para este cultivo.
El año se cierra también con una serie de medidas que afectan a los autónomos, incluidos los del Régimen Especial Agrario de la Seguridad Social. Sin embargo, hay que tomar este anuncio gubernamental con mucha cautela y cuidado, porque firmar, lo que se dice firmar, con las organizaciones que representan a este colectivo no se ha firmado nada. Y, además, está el coste de esas medidas. Nos encontramos una vez más ante la pregunta clave: ¿de dónde va a salir el dinero para financiar todas esas medidas de carácter social que quiere poner en marcha el Gobierno de Pedro Sánchez?
¿De dónde va a salir el dinero para financiar todas esas medidas de carácter social que quiere poner en marcha el Gobierno de Pedro Sánchez?
Un año más los ganaderos de ovino, especialmente los que se dedican a la producción de lechazo en Castilla y León han visto su “gozo en un pozo” como consecuencia de la entrada masiva de animales procedentes de otros países de nuestro entorno, que luego se venden aquí como si fuesen nacionales, a precios más baratos. Es una prueba más de la necesidad de contar con unas normas de etiquetado claras y de que la vigilancia de las autoridades de consumo sea más exigente. Son tan solo algunas de las noticias de estos últimos días del año 2018, que nos ha dejado la propuesta sobre el Marco Financiero de la UE, con un recorte del dinero de la PAC; las propuestas para reformar esta última; un cambio de Gobierno y un nuevo ministro de Agricultura, plano y censor, además de estar desaparecido.
