El BOE publicó el 30 de abril la Orden por la que se reducen los módulos para el periodo impositivo 2018 en determinados cultivos. Según la Orden, para todas las Comunidades Autónomas se reducen los índices al 0,18 para apicultura y bovino leche (cuando los tipos habituales son del 0,26 y del 0,20, respectivamente). Específicamente para La Rioja, la Orden recoge las siguientes reducciones:
- Para toda la Comunidad reduce el índice para cereza y ciruela del 0,37 al 0,26.
- Para las comarcas de Rioja Alta y Sierra Rioja Alta reduce los índices de patata (del 0,26 al 0,18) y de remolacha (del 0,13 al 0,09).
- Para el municipio de Albelda de Iregua las reducciones son para todos los frutales (del 0,37 al 0,07) y para los productos hortícolas (del 0,37 al 0,05).
- Para Nalda las reducciones son para melocotón y nectarina (del 0,37 al 0,26); para ciruela (del 0,37 al 0,13); y para manzana y pera (del 0,37 al 0,26).
- Y para Rincón de Soto las reducciones son para albaricoque, cereza, ciruela, melocotón y nectarina (del 0,37 al 0,18).
La Unión de Agricultores y Ganaderos de La Rioja (UAGR) lamenta que el Ministerio no haya tenido en cuenta sus reclamaciones respecto a varios cultivos y municipios afectados por el granizo, especialmente en lo referente a los municipios de Alberite y Entrena.
El sindicato recuerda que la producción de frutas en varias zonas de estos municipios se vio reducidas debido al granizo.
A través del informe remitido a COAG para su presentación ante el Ministerio, la UAGR informaba de que 2018 se caracterizó por las tormentas con granizo que afectaron a una gran parte de las producciones agrícolas en La Rioja, provocando además de los daños directos una mayor incidencia de hongos (mildiu, oidio y cercospora) especialmente en la vid, patata y remolacha.
Esto aumentó de una manera muy considerable los gastos de producción en cuanto a productos fitosanitarios, mano de obra y carburantes.
En otros casos, aun obteniendo una producción final media, los costes del cultivo fueron mayores y, en consecuencia, el rendimiento económico se vio reducido.
Otra de las consecuencias de las lluvias torrenciales fueron las inundaciones, destacando la del 13 de abril en Alfaro y Aldeanueva de Ebro en donde el río Ebro inundó fincas de perales, melocotonares, tomate, huertas y cereal.
Por otro lado la UAGR-COAG también alertaba en su informe de que varios sectores que llevaban sufriendo una crisis de precios desde hace ya varios años: desde la campaña 2015-2016 el precio de la miel en origen acumula una caída cercana al 40%; la ganadería de leche continúa por debajo de los costes de producción; y la fruta de hueso, a pesar del ligero repunte respecto a 2017, siguió con unos precios de venta del producto en origen desastrosos.