Con motivo del Día Internacional de la Mujer Rural, que se celebró el 15 de octubre, Oliva Martínez Arroyo escribió un texto para recordar y reconocer su labor. En la última emisión de AGROPOPULAR lo leyó en antena.
Carta a la mujer rural
«Pensaba en mis abuelas y en todas las mujeres en los pueblos. En sus casas. Con las puertas abiertas, con las cocinas siempre encendidas. Unas pendientes de otras, cuidándose entre ellas. Cruzando sus calles con las ollitas calientes, con cestos llenos de huevos y verduras, con el pan bajo el brazo. Compartiendo. Sin necesidad de televisiones ni tecnologías. Haciendo tribu. Comadreando…
Me invade cierta pena por las que pasaron desapercibidas a pesar de llevar todo el peso de una familia, de sostener, de cuidar, de entregar, de coser, de ordeñar, de hacer cuentas, de gestionar todo un hogar…
Siento cierta pena por ellas… eran sustento y calor de hogar y en cambio nunca se les reconoció nada. Siempre a la sombra de los maridos, de los hijos que daban por hecho un plato de comida caliente después de la faena sin percibir el trabajo y el cariño que había detrás de ese guiso. Siempre con sus delantales como seña de identidad…Valientes, alegres, generosas…
Me da cierta pena que su trabajo, el trabajo de la mujer en el medio rural durante años haya sido tan desagradecido y siento la necesidad de hacer visibles a quienes durante años permanecieron invisibles, tan invisibles y necesarias como sus manos escondidas en los bolsillos de ese delantal cuando alguien visitaba sus casas.
¡Feliz día a todas! Feliz día de la mujer rural. Las de antes, las de ahora y las que vendrán. Porque vosotras no formabais un hogar, vosotras erais hogar.»
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