Un pueblo de Burgos, Quintanilla Cabe Rojas, utiliza murciélagos y abejarucos para controlar plagas, como la de los mosquitos. De este modo, consiguen frenar la proliferacion del los instectos sin dañar el medio ambiente con pesticidas.
Según su alcalde, Ismael Alonso, actualmente están utilizando murciélagos para reducir el número de insectos, sobre todo mosquitos, ya que además de ser molestos provocan daños en los cultivos y el ganado. Para ello, han aumentado la población de murciélagos instalando seis refugios de hormigón y resina en los árboles del río Zurita y bajo los puentes.
No es la primera vez que controlan las plagas de esta forma, ya que el año pasado utilizaron abejarucos, unos pájaros pequeños con lo que consiguieron terminar con la oruga procesionaria que atacaba a los pinos. Instalaron treinta «cajas nidos», lo que ha provocado un aumento de abejarucos en la zona.