La cosecha de cereal de otoño-invierno en Navarra ha sido «buena», a pesar de las malas expectativas provocadas por las inclemencias meteorológicas. El balance provisional de la campaña, realizado por la empresa pública del Gobierno de Navarra, INTIA (Instituto Navarro de Tecnologías e Infraestructuras Agroalimentarias), apunta a que la cosecha se acercará a las 870.000 toneladas, un 7,5% menos que en 2016.
Según la consejera de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local, Isabel Elizalde, “los resultados obtenidos, a falta de recibir los últimos datos, se sitúan en torno al 7,5% menos que el año pasado», aunque recordó que «fue una campaña excepcional”.
Por cultivos, casi la mitad de la cosecha se corresponde a la cebada (48%), le sigue el trigo (34%) y cultivos menores como el guisante, habas y colza (18%). A pesar de que la situación varía según las zonas, el rendimiento ha sido equilibrado en todas las comarcas navarras.
Respecto al clima, la cosecha se ha visto afectada por la sequía en invierno, las heladas en primavera y las fuertes olas de calor de los meses de mayo y junio. Asimismo, la consejera ha señalado que “este año ha habido contrastes meteorológicos que han repercutido en la sanidad de los cultivos, con ausencia de alguna de las enfermedades habituales como la roya amarilla”.
