En la emisión de AGROPOPULAR del 28 de enero contamos con la intervención de Paulino Marcos, apicultor y presidente de la Asociación Cacereña de Apicultores, con quien hablamos sobre la situación del sector en Extremadura y del riesgo que supone no mantener las prohibiciones a los neonicotinoides.
En concreto, el apicultor se refirió a la versión revisada que ha presentado la Comisión Europea de su plan para frenar y revertir la pérdida de insectos polinizadores, como las abejas o las mariposas, e instó a Bruselas a que mantenga las prohibiciones a los neonicotinoides.
Sobre los efectos adversos de los neonicotinoides, Marcos explicó que «estos insecticidas nuevos aparecieron en los años 90» y que a principios de los 2000 «los apicultores comenzaron a notar el efecto que hacía en las colmenas» ya que las abejas se morían «por encima de lo normal».
En este sentido, apuntó que se realizaron muchos estudios que recogían que productos como los neonicotinoides afectaban a la semilla y que esta «cuando se siembra y se entierra queda en la allí para siempre». También alertó que el neonicotinoide sube a la flor a través de la savia de la planta y «es donde va la abeja a coger el polen y ese polen tiene restos de insecticida que es con el que las abejas alimentan a sus crías». «Es como darle veneno a los bebés en un biberón».
«Nos dejan fuera de todo tipo de ayudas»
Por otro lado, se refirió a la manifestación que tuvo lugar la semana pasada en Mérida para denunciar la difícil situación que atraviesa el sector apicultor y protestar por la falta de ayudas que reciben. «No le importamos mucho a la gente ya que nos dejan fuera de las ayudas de la sequía, de la guerra de Ucrania, sin ayudas del transporte, nos dejan fuera de todo tipo de ayudas».
Además, recordó que el año pasado el sector apícola tuvo una campaña que no llegó a producir la mitad de un año normal y a esto hay que añadir que se multiplicaron los precios «de prácticamente de todos los costes». También se nos bloqueó la miel porque no hay venta de este producto y la poca que se está vendiendo lo está haciendo un 20% menos que un año normal. «Estamos totalmente asfixiados, así no podemos continuar».
Respecto a la campaña actual, Marcos explicó que están reponiendo las colmenas que sobrevivieron el año pasado e intentando alimentarlas y llevarlas a la primavera, que es cuando intentarán llenar las otras colmenas. «La campaña no va a ser buena porque tenemos pocas colmenas y están flojas».
Escuche la intervención completa de Paulino Marcos