La decisión del Ayuntamiento de Loporzano (Huesca) de no conceder más licencias para que se instalen explotaciones ganaderas, ni para ampliar las existentes, ha cortado «los planes de futuro» de Nerea Sarasa y su novio, que contaban con ampliar la suya y poder vivir en su pueblo de la agricultura y la ganadería.
Nos lo contaba la propia Nerea el 20 de julio en Agropopular. Ella y su novio viven en concreto en Aguas, una pedanía de Loporzano en la que en invierno apenas hay 12 personas, de las cuales 11 viven directamente de la agricultura y la ganadería.
Nerea es la autora de una carta titulada «Quiero vivir en mi pueblo, ¿me dejas?» en la que protesta por esa decisión en un momento en que tanto se habla de despoblamiento del medio rural.
Aunque ella ahora trabaja en Huesca, tiene intención de dejar su empleo, formar una familia y quedarse en Aguas, para lo que necesitan ampliar la explotación, ya que si no tiene cierto tamaño no se puede vivir de ella. Sin embargo, la decisión del Ayuntamiento no solo frustra sus planes sino que frena también «en seco todos los planes de cualquier ganadero que quiera ampliar o incorporarse a este modo de vida».
Nerea considera que todo tiene que estar regulado pero, afirmó, «la normativa que regula las granjas ya es lo suficientemente estricta»; «creo que tenemos un sector muy regulado y que está mirado con mucho detalle». Apuntó que entiende que haya rechazo a que alguien quiera instalar una «megaexplotación» y a que «el dinero se lo lleve una persona que no es de la zona». Pero precisó que en este caso se trata de explotaciones ganaderas familiares que son un complemento de la agricultura y que se encuentran en una zona que no está, ni mucho menos, saturada de granjas.
Puede escuchar la entrevista completa aquí:
Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar (Duración: 6:54 — 4.7MB)