La Comisión Europea anunció hace unos días la autorización de un régimen neerlandés de ayudas estatales por valor de 105 millones de euros, dirigido a indemnizar a los ganaderos que deslocalicen voluntariamente sus actividades, llevándoselas de las zonas naturales protegidas de la red Natura sobrecargadas de nitrógeno a otro lugar de los Países Bajos o del resto de la UE.
El régimen está abierto a los pequeños y medianos ganaderos que ejerzan su actividad en zonas donde la carga de nitrógeno sea de al menos 2.500 moles de nitrógeno al año. La ayuda llegará a las empresas elegibles hasta julio de 2029 en forma de subvenciones directas que cubrirán hasta el 100% de los costes admisibles.
Estas ayudas forman parte de la amplia política de los Países Bajos para cumplir sus obligaciones en virtud de la directiva Nitratos. En abril, Bruselas dio luz verde a duplicar (hasta los 2.900 millones de euros) los fondos destinados a dos regímenes de ayudas estatales concedidas a los ganaderos neerlandeses para financiar el cierre definitivo de explotaciones en determinadas zonas sensibles con el fin de reducir la contaminación por nitratos.
Bruselas dio luz verde a duplicar los fondos destinados a dos regímenes de ayudas concedidas a los ganaderos para financiar el cierre definitivo de explotaciones en determinadas zonas sensibles con el fin de reducir la contaminación por nitratos
Sin embargo, la llegada al poder del nuevo Gobierno, con Femke Wiersma, procedente de las filas del Movimiento Campesino-Ciudadano (BBB – BoerBurgerBeweging, de derechas), al frente del Ministerio de Agricultura, podría poner en entredicho estas iniciativas.
Los Países Bajos estudian renegociar con la Comisión Europea el acuerdo alcanzado en 2022 sobre la supresión gradual de las excepciones concedidas a los agricultores que superen el límite máximo de nitrógeno orgánico de 170 kilos/hectárea fijado por la directiva Nitratos. El objetivo es lograr el cumplimiento de la directiva a finales de 2025.
En junio, la Comisión Europea también decidió autorizar el uso de abonos transformados derivados de estiércol de ganado (conocidos como RENURE). Estos abonos podrán esparcirse por encima del límite de 170 kilos, hasta un límite adicional de 100 kilos de nitrógeno por hectárea.