Agricultores y ganaderos de España y Francia van a participar hoy en varios actos de protesta en diversos puntos de la frontera entre ambos países. Consistirán fundamentalmente en cortes de carreteras y autopistas; por parte española están convocadas por organizaciones y plataformas que han surgido en las últimas movilizaciones, entre las que no se encuentran las más importantes a nivel nacional. Una de ellas es la denominada AEGA (Aragón es Ganadería y Agricultura), que ha contactado con cooperativas de esta comunidad autónoma para solicitar su apoyo. Los actos se convocan bajo el lema genérico de «En defensa del sector agrario».
Los cortes de carretera para interrumpir el tráfico comenzarán hoy en torno a las diez de la mañana y está previsto que duren 24 horas. Desde el Gobierno del País Vasco han advertido de que se esperan problemas importantes en el peaje fronterizo de la autopista AP-8 en Biriatou. También podría haber dificultades en la zona de la Junquera, en la otra vía importante de comunicación entre España y Francia, así como en las carreteras nacionales que pasan por Aragón, aunque el tráfico en estas es menor.
Esta protesta es de, de momento, la última de la oleada de movilizaciones que han tenido lugar en los meses pasados, especialmente desde enero, en la mayor parte de los Estados miembros de la UE, con especial incidencia en las que pueden considerarse como potencias agrarias, entre ellas, España, Francia, Italia, Alemania y Polonia. Coinciden, además, con los últimos días de la campaña para las elecciones europeas. Ese conjunto de protestas ha estado provocado por una serie de problemas comunes en el conjunto de la UE y otros asuntos de carácter nacional.
Ese conjunto de protestas ha estado provocado por una serie de problemas comunes en el conjunto de la UE y otros asuntos de carácter nacional
En el primer grupo destacan el exceso de burocracia y de reglamentación que lleva implícita la nueva PAC; el conjunto de normas verdes que han aprobado tanto la Comisión Europea, como el Consejo de Ministros de la UE y el propio Parlamento Europeo en el marco del llamado Pacto Verde; la dificultad de competir con las mercancías y productos que vienen de terceros países, en los que no se aplican las mismas reglas del juego que en la UE, lo que ha llevado a pedir la puesta en marcha de las llamadas «cláusulas espejo» y los elevados costes de producción que deben soportar los agricultores y ganaderos comunitarios.
Precisamente, los problemas de este último colectivo están siendo uno de los ejes de la actual campaña electoral para casi todos los grupos políticos que se presentan a las elecciones. Los situados en el centro y a la derecha han prometido prestar más atención a la situación del sector agrario durante la próxima legislatura, comenzando por garantizar el dinero que se destina a financiar la PAC.
Así, por ejemplo, este fin desemana–un poco tarde –se han conocido todas las propuestas del PP español, que pasan por declarar estratégico al sistema alimentario europeo y revisar la PAC con un triple objetivo: mantener el tejido productivo para garantizar nuestra seguridad alimentaria; garantizar las ayudas directas a los agricultores y ganaderos y mejorar el presupuesto para potenciar la competitividad de las explotaciones agrarias europeas.
Este fin desemana–un poco tarde –se han conocido todas las propuestas del PP español
También incluyen una propuesta interesante si se tienen en cuenta los motivos de las últimas movilizaciones: defender una pausa regulatoria durante dos años, suspendiendo la aprobación de nuevas normas durante ese periodo de tiempo «mientras se hace una revisión de la carga administrativa para eliminar trámites burocráticos, evitar duplicidades y simplificar procedimientos».
La próxima legislatura del Parlamento Europeo es clave para los intereses de los agricultores y ganaderos y se presenta muy cargada: negociación del Marco Financiero (Presupuesto) para el periodo 2028-34, en el que se fijará el dinero para financiar la PAC, que volvería a sufrir otra reforma; la aplicación, o no, de las cláusulas espejo, aunque habrá que contar también con lo que digan, por ejemplo, en la Organización Mundial de Comercio (OMC) y los países terceros que resultasen afectados. Asimismo, se decidirá si se da marcha atrás en el Pacto Verde europeo o se mantiene lo ya acordado hasta ahora. En todo este proceso, los eurodiputados tendrán mucho que decir.
En este mismo contexto no se debe olvidar que en los asuntos relacionados con el presupuesto comunitario y con la PAC, el Parlamento Europeo tiene poder de codecisión junto al Consejo de Ministros. En las competencias de comercio internacional, el pleno del PE debe ratificar siempre los acuerdos que se firmen con terceros países, que generalmente tienen un fuerte componente agrícola y ganadero.