La plataforma «Vente a vivir a un pueblo» ha lanzado la campaña «Por mil años más» para promocionar las comarcas despobladas de España y encontrarles nuevos vecinos. Esta iniciativa llega ahora a las Sierras de Salamanca tras pasar por el Camín Real de la Mesa en Asturias y los Valles Pasiegos en Cantabria.
Con esta propuesta, la plataforma quiere cambiar la idea de la «España vacía» por la de «España de las posibilidades», ha explicado su fundador y director, Ramón Pradera.
La campaña sigue la línea de «Vente a vivir a un pueblo», que desde hace tres años da visibilidad a los pequeños municipios de España para que se den a conocer como lugares donde nuevos residentes puedan encontrar una manera de vivir más económica, saludable y tranquila.
Este jueves, 5 de octubre, el mirador de «Por mil años más» se posa sobre las Sierras de Salamanca, que se adhieren oficialmente al proyecto de «Vente a vivir a un pueblo» en una presentación en Linares de Riofrío, localidad de la Sierra de Francia que no alcanza los mil habitantes.
La parte económica del proyecto es un premio de 20.000 euros destinado a rehabilitar un espacio fundamental de uso común en algún municipio, que en esta ocasión será la guardería de Lagunilla (Sierra de Béjar), donde asisten 14 niños en un pueblo que no llega a los 500 vecinos.
«Hemos elegido esta guardería por su importancia simbólica, porque 14 niños en un pueblo es un gran número. Y para reivindicar la importancia de cuidar estos ambientes», ha indicado Pradera.
Más de 400 pueblos registrados
En la web de «Vente a vivir a un pueblo» hay más de 400 pueblos registrados, la mayoría de menos de 10.000 habitantes, y unos 180 vídeos de presentación sobre comarcas y municipios, desde Galicia hasta las Islas Canarias.
En estas grabaciones no se narra sólo el valor patrimonial de iglesias o castillos, sino que «se habla de lo que la gente necesita para pensar en instalarse en un lugar: qué servicios hay, cómo son las comunicaciones, si hay posibilidades de trabajo local o condiciones para el teletrabajo», ha indicado Pradera.
«Los pueblos, como estos de las Sierras de Salamanca, tienen un potencial espectacular. Es el momento de aplicar esa mirada positiva contra los falsos tabúes o creencias. Sí, el invierno es complicado en un pueblo, pero salir adelante en la ciudad también es difícil», ha añadido.