El último estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha sido muy polémico antes, incluso, de su publicación. Según los resultados obtenidos, veinte marcas de aceite de oliva virgen extra se venden con este etiquetado a pesar de presentar defectos en el olor o en el sabor, por lo que a su juicio simplemente son vírgenes.
El último análisis incluye los resultados de 41 análisis de aceite de oliva extra realizados entre febrero y marzo de este año.
La OCU ha determinado que existen defectos y son solo vírgenes -no virgen extra- los siguientes aceites: Hojiblanca (El nuestro), Carbonell, Koipe, Eroski (vidrio y PET), Dintel Classico, Alipende, Coosur, Covirán (Aceites del Sur y Exquisité), DIA (vidrio, PET y Afrutado), Hacendado (PET), La Masía Exelencia, Olearia del Olivar (Aldi), Guillén, Olisone (PET y vidrio de Lidl) y La Española.
Los mejor parados en el estudio
Las muestras analizadas que sí cumplen con la normativa, según la OCU, son Oleostepa, Carrefour (PET y vidrio ecológico), Hacendado Gran Selección, Auchan (PET y vidrio), El Corte Inglés Bio, Maeva Ecológico y en PET, Borges, Dcoop en PET, Ybarra (vidrio y PET), Consum (PET), Gutbio (Aldi), Carbonell gran selección vidrio, Alipende vidrio, Mar de Olivos (PET y vidrio), Olearia del Olivar (Aldi) y Hojiblanca (Bravío).
Críticas a la falta de rigor
La Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac) y la Asociación Española de la Industria y Comercio Exportador de Aceite de Oliva (Asoliva), que habían pedido al ministro Planas que el informe no saliera a la luz porque podría “hundir los precios”, han defendido la calidad del producto y han asegurado que el estudio tiene irregularidades y se basa «fundamentalmente en criterios sensoriales» de los catadores. Según su criterio, «todas las marcas cumplen con los estrictos controles analíticos legales» y «son virgen extra desde el punto de vista analítico».
A su juicio, las conclusiones del estudio de OCU «se basan fundamentalmente en criterios sensoriales de un panel de catadores; por tanto, hablamos solo de olor y sabor».
Desde la OCU aseguran que los defectos no implican ningún problema para la salud
La responsable de este estudio de la OCU, Ana Sánchez, ha insistido en que estos defectos no implican ningún problema para la salud pública, si bien a juicio de la organización sí se trata de un incumplimiento de norma. «La ley lo deja bien claro: no se permite ningún defecto en la categoría virgen extra, ni en los parámetros físico-químicos, ni en los olores y sabores que se detectan a través de las catas».
Según la OCU, existe una normativa europea que regula las condiciones de comercialización de aceite de oliva, que para ser considerado «extra» tiene que superar «una prueba sensorial a través de un panel acreditado y bajo una metodología concreta». En este caso, 20 pruebas analizadas por la OCU en el laboratorio «no superan esta cata y, por tanto, no pueden ser calificados ni etiquetados como aceite de oliva virgen extra».