Las patronales Anierac (Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles) y Asoliva (Asociación Española de la Industria y Comercio Exportador de Aceite de Oliva) han alertado de que un estudio, que quiere publicar la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), podría perjudicar a varias compañías productoras y exportadoras, así como ocasionar graves consecuencias económicas y hundir la imagen y los precios del aceite español.
Por ello, han enviado una carta al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, en la que solicitan que se suspenda la publicación de este estudio «para que sea realizado con el rigor y las garantías exigibles».
En este sentido, la industria del aceite ha recordado que el anterior informe concluyó afirmando que las marcas vendían una calidad superior a la real y que utilizaban el término “virgen extra” para aceites que no tenían esa categoría. Este estudio en su momento fue rechazado por las patronales por falta de rigor.
Los competidores internacionales pueden aprovechar las conclusiones de este informe para cuestionar la producción nacional
Primitivo Fernández, director de la patronal de envasadores Anierac, y Rafael Pico, director de la asociación de exportadores Asoliva, alarmados por la bajada de ventas que puede suponer un nuevo estudio de la OCU, enviaron una carta al ministro Planas el 19 de octubre para advertir de que los estudios de la Organización de Consumidores están notablemente “deformados”.
A su juicio, sus competidores internacionales pueden aprovechar las conclusiones de este informe para cuestionar la producción nacional y bajar la reputación y los precios del producto español.
Rigor de la OCU
Al menos seis patronales han cuestionado los estudios de la OCU por falta de rigor, entre ellas, las del sector de la leche, aceite y carne envasada. Incluso algunas empresas han asegurado públicamente que los estudios carecen de profesionalidad y no son fiables, han informado.