Como en el caso de los cereales, la invasión rusa de Ucrania ha impactado de forma significativa en el mercado mundial de oleaginosas, al limitar drásticamente el comercio desde esa zona, en particular el del complejo girasol, constata el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) en su informe sobre el mercado mundial de estos productos correspondiente a marzo.
En lo que respecta al girasol, el USDA recuerda que, en una campaña normal, Ucrania y Rusia sumarían en torno al 80% del comercio mundial de harina y aceite de girasol. Ahora, el cierre de los puertos y de las instalaciones de molturación en Ucrania ha llevado a revisar las previsiones anteriores de exportación.
En el caso de la pipa, el USDA ha recortado su estimación previa en un 57%, la del aceite en un 14% y la de la harina en un 13%. También ha revisado a la baja las exportaciones rusas respecto al informe de febrero: -33% para la pipa, -4% para el aceite y -3% para la harina.
En el caso de la colza, ambos países representan en torno al 20% de las exportaciones mundiales de semilla y algo más del 15% de las de aceite. Ucrania prácticamente completó sus ventas al exterior en los primeros meses de la campaña. Sin embargo, el USDA ha revisado a la baja en un 33% las de semilla de colza de Rusia, aunque ha elevado ligeramente las de aceite.
El nuevo contexto de guerra en Ucrania ha venido a agudizar la tendencia de precios al alza en el mercado mundial de oleaginosas que ya se venía observando debido a una oferta ajustada, sobre todo de aceites, debido a la sequía en Canadá (primer exportador de aceite de colza del mundo, con más de la mitad del total) y en América del Sur (donde ha disminuido la cosecha de soja hasta situarla en su nivel más bajo de los seis últimos años).