Hoy se cumplen dos años desde que La Moncloa anunció que Luis Planas sería el nuevo ministro de Agricultura. Cuenta que la llamada de Pedro Sánchez le sorprendió paseando por el cortijo que tiene en la provincia de Córdoba, paseando entre olivos. De las fotos que ha protagonizado a lo largo de los últimos 24 meses me quedo con tres.
Por orden cronológico, la primera se tomó en Don Benito, en la inauguración de su feria a finales de enero de 2019, y en ella se ve al olivarero Planas con su correligionario Fernández Vara comiendo jamón, mientras las fuerzas del orden impedían la entrada en el recinto ferial a los visitantes y también a los expositores, porque había una manifestación de agricultores en el exterior para protestar por las políticas de ambos; vamos, que hicieron la inauguración solos, bueno con jamón y con vino.
En la segunda foto se ve a Planas asistiendo a la manifestación del Día de la Mujer en marzo de 2019, en segunda fila justo detrás de su protectora la “vice” Carmen Calvo y de la mujer del presidente del Gobierno. Allí estuvo dando saltitos. Eso sí, mucho ir a la manifestación, pero de aumentar las partidas presupuestarias para apoyar a la mujer del mundo rural, nada de nada.
La tercera foto es más reciente, corresponde a este año, nos vuelve a llevar a Don Benito y en ella contemplamos a la Policía repartiendo estopa a los agricultores y ganaderos que se manifestaban otra vez en el exterior del recinto ferial. Mientras los que protestaban eran reprimidos a golpe de porra, dentro estaban, otra vez, Luis Planas y Fernández Vara, aunque esta vez no hay constancia gráfica de que el jamón y el vino se hubiera apoderado de ellos.
¿Qué ha hecho el desaparecido Planas a lo largo de estos dos años?
Y, además de lo anterior, ¿qué ha hecho el desaparecido Planas a lo largo de estos dos años?… Pues eso, estar desaparecido, como es habitual en él, poniéndose de perfil y mirando para otro lado, dejando que el tiempo arregle los problemas. Ahí va un ejemplo: el sector del aceite de oliva, que el olivarero Planas debería conocer bien, lleva sumido en una crisis de precios desde hace año y medio, de los dos que lleva en el Ministerio.
Pues bien, hasta esta semana no ha presentado un plan para afrontar esta crisis. Eso sí, en los últimos días ha sido víctima de un ataque de laboriosidad, algo que no le caracteriza, se ha visto con todos los miembros de la cadena oleícola y lo ha contado por activa y por pasiva. La operación huele a propaganda que echa para atrás, entre otras razones porque muchas de las medidas que plantea son competencia de las Comunidades Autónomas y debería pactarlas con ellas.
Además, deberán enmarcarse dentro de la próxima PAC, que también hay que negociar en Bruselas y con las Comunidades Autónomas, con las que no ha contado. Ya digo, la operación huele a propaganda e imagen, más que a efectividad. Ya no se sabe que es mejor, si que esté desaparecido o que tenga ataques de laboriosidad enfocados solo a la propaganda.
