El inicio del otoño, estación lluviosa por excelencia, está siendo muy atípico: temperaturas muy elevadas para esta época del año y ausencia de precipitaciones. Todo ello ha agravado los problemas de sequía que lleva padeciendo España desde hace meses. Ahora, por ejemplo, no hay pastos en el caso de la ganadería extensiva y las labores previas de sementera de los cereales de otoño invierno, cuando se han hecho, resultan complicadas.
Y, a comienzos del otoño es habitual que la Junta de Andalucía presente, bien se podría decir que se espera como agua de mayo, su primer aforo de producción del aceite de oliva. Sucedió ayer en Jaén y esas previsiones apuntan a una cosecha de aceituna muy corta en esta Comunidad Autónoma, que daría lugar a 550.600 toneladas de aceite de oliva, lo que supondría un aumento del 7,4 por ciento en relación con la producción de la campaña pasada. Pero, aún así, estaríamos hablando de un volumen inferior en un 46,5 por ciento a la media de las cinco últimas campañas.
Estamos ante la segunda campaña consecutiva en la que la producción de aceite será de alrededor de la mitad de la que se considera normal
Hay que tener en cuenta que Andalucía es la zona olivarera más importante, no solo de España, sino del mundo. Conclusión para los productores: estamos ante la segunda campaña consecutiva en la que la producción de aceite será de alrededor de la mitad de la que se considera normal. Dato importante para los consumidores: los precios del aceite de oliva seguirán siendo muy elevados, simplemente porque este producto es escaso.
Mientras tanto, en Bruselas, la Comisión Europea ha decidido echar algo de agua en el vino. Me explico: sus objetivos medioambientales para el campo, recogidos en el Pacto Verde europeo en forma de reducción de uso de fertilizantes y de productos fitosanitarios o de aumento de las exigencias en materia de bienestar animal, van a quedar un poco aguados y, en cualquier caso, no es que vayan a desaparecer, pero si que se retrasarán.
Estamos ante el final de la legislatura y los de la Comisión Europea, conscientes de la proximidad de las elecciones europeas, han decidido recoger velas y esperar a que se formen el nuevo Parlamento Europeo y la nueva Comisión Europea y que sea esta la que decida el camino a tomar.
De momento, esta semana tendrán lugar los primeros debates y negociaciones sobre la propuesta para que el glifosato, el herbicida más usado, siga autorizado otros diez años. Se trata de un asunto polémico donde los haya, que va a marcar este otoño mucho más cálido y menos lluvioso de lo habitual, por lo menos en sus inicios, desde finales de septiembre hasta mediados de octubre.
