En algo más de veinte días, los agricultores y ganaderos beneficiarios de las ayudas de la PAC, comenzarán a recibir en sus cuentas corrientes el importe del anticipo de las ayudas de las PAC y de los ecorregímenes. Tendrán así una primera impresión sobre si van a cobrar menos o más que el año pasado por el conjunto de esas ayudas. Luego, a partir de diciembre, llegará la casi totalidad del saldo restante y podrán hacerse una idea más aproximada sobre si saldrán beneficiados o perjudicados. De momento, aquellos que se acogieron a los ecorregímenes, que son un 75 por ciento de los potenciales (es decir, que un 25 por ciento ya consideraron que no eran atractivos) ya saben que en su mayoría van a recibir un «tajo» importante sobre los importes que había anunciado Luis Planas en su momento. Supongo que una parte de ellos se basó, a la hora de tomar su decisión, en lo que desde el Ministerio llamaron «importe indicativo», que sufrirá un importante recorte en la mayor parte de los casos. Es más que posible que a muchos no les salgan los números.
Ya advertimos en su día que lo que decía Planas, para lograr que la acogida a los ecorregímenes fuera un éxito, podía no cumplirse y que existía la posibilidad, más que fundada, de que las cantidades que vendían desde el Ministerio de Agricultura y las que perciban finalmente los beneficiarios por esta vía fuesen menores.
Lamentablemente así va a ser, en la mayor parte de los casos. Los agricultores y ganaderos podrán argumentar con bastantes razones para ello que han sido engañados por los responsables del Ministerio de Agricultura. La raíz del problema está en que los cálculos del «importe esperado» hechos por el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación y compañía eran un engaño desde el principio, especialmente en el caso de los agricultores profesionales (los que viven de la actividad agraria). ¿A quién deberán reclamar todos los que se consideren perjudicados? Pues me temo que, desde el punto de vista económico, a nadie. Y, en el plano político, a Luis Planas, que los ha engañado otra vez.