La Política Agraria Común (PAC) ha escapado al control de la cadena agroalimentaria entendida en sentido muy amplio: desde el comisario y los ministros de Agricultura de la UE, hasta los propios agricultores y ganaderos, pasando por los eurodiputados miembros de la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo, las organizaciones agrarias, las cooperativas y la industria agroalimentaria.
Nos ponen los deberes que se deberán hacer y respetar cuando se negocie la PAC del futuro
En las dos estrategias aprobadas ayer por la Comisión Europea sobre la biodiversidad horizonte 2030 y «De la granja a la mesa» nos ponen los deberes que se deberán hacer y respetar cuando se negocie la PAC del futuro, que será obligatoriamente más verde, dejando en un segundo plano su papel primordial como productora de alimentos en cantidad suficiente y de seguridad contrastada. Eso por un lado.
La «pasta» y «lo verde» son las dos grandes hipotecas que pesan sobre la nueva PAC
Por otro, la PAC del futuro vendrá encorsetada también por el dinero que se destine a su financiación, algo que escapa al control de los ministros de Agricultura. La «pasta» y «lo verde» son las dos grandes hipotecas que pesan sobre la nueva PAC, se apruebe cuando se apruebe. Y la nueva Comisión Europea lo ha hecho delante de las narices de toda la cadena, sin que esta se diera prácticamente cuenta y con el comisario de Agricultura desaparecido del «pasilleo» de Bruselas, justo cuando más falta hacía su presencia para equilibrar las cosas. En resumidas cuentas, nos han robado la cartera y la PAC y no nos hemos enterado.
Artículo de opinión de César Lumbreras publicado en el diario `La Razón´ el 21 de mayo de 2020