Tras conocerse las líneas generales de la Comunicación de la Comisión Europea, “El futuro de la Alimentación y la Agricultura”, en la que se incluyen las líneas directrices que regirán la Política Agraria Común a partir de 2020, las principales organizaciones agrarias y cooperativas han realizado las primeras valoraciones.
ASAJA, UPA y Cooperativas Agroalimentarias se han mostrado especialmente críticos con la propuesta de que cada país decida su modelo de PAC y la distribución de los pagos agrícolas.
En concreto, ASAJA considera que esta propuesta podría constituir un “elemento distorsionador del principio de unidad de mercado”. Para esta organización agraria, “la PAC es y debe seguir siendo una Política eminentemente Común y su estructura debe de seguir estando basada en los dos pilares: pagos directos y medidas de mercado y como segundo pilar políticas horizontales”. ASAJA indica que son indispensables normas y fondos comunes, que garanticen el buen funcionamiento del mercado único europeo y permitan evitar distorsiones de la competencia. Asimismo, señala que “la futura PAC debe estar al servicio de todos los ciudadanos y agricultores de la Unión, por lo que la renacionalización de esta política es inaceptable”. Asimismo, subraya que rechaza “la cofinanciación en los pagos directos de la PAC que eventualmente podría venir dado por la aplicación de este nuevo modelo de reparto”.
Por su parte, UPA ha criticado que la propuesta vaya en la línea de dar más capacidad a los Estados para adaptar y personalizar la PAC. “Los agricultores españoles creen que esto es echar balones fuera, y que esta política es mejor si es más común, con reglas iguales para todos los agricultores y ganaderos, que pueda tener en cuenta aspectos específicos nacionales o regionales, pero que no se rompa ese criterio común que debe reinar en el proyecto europeo”.
Sobre los pagos directos a los agricultores y ganaderos, UPA cree que «son totalmente necesarios» para conseguir los objetivos que persigue la PAC, “que no deben ser otros que promover y mantener un sistema agroalimentario seguro, suficiente y de calidad”. Sin embargo, ha mostrado su satisfacción de que la Comisión Europea proponga incorporar los mecanismos de redistribución de ayudas que esta organización “lleva muchos años pidiendo”, para que éstas vayan a los agricultores y ganaderos de carácter familiar, que sean más profesionales y que más empleo generen. “Se trata de conseguir una PAC que sea justa y sea eficaz”.
Cooperativas Agro-alimentarias de España ha lamentado, tras conocer la Comunicación de la Comisión Europea, que “el mantenimiento de la rentabilidad de los productores se limite a la concesión de un pago directo que vendrá condicionado por el presupuesto, se olvide de los instrumentos europeos de gestión de mercado y deje en el aire el reequilibrio de la cadena de valor”.