La puesta en marcha de las estrategias “de la granja a la mesa” y “biodiversidad” presentadas por la Comisión Europea podría provocar una caída del 12% en la producción agraria europea para el año 2030, según un informe del Servicio de Investigación Económica (ERS) del USDA (Departamento de Agricultura de Estados Unidos). Ello supondría, al mismo tiempo, una subida de los precios y una disminución de los intercambios comerciales.
El informe, titulado “Impacto de la reducción de insumos en la economía y la seguridad alimentaria en el marco de las estrategias ‘de la granja a la mesa’ y ‘biodiversidad’”, contempla tres escenarios: que solo la UE aplique los objetivos fijados en esas estrategias; que se apliquen también en otros países (e incluyan restricciones comerciales a los países que no lo hagan); y que se apliquen a nivel mundial.
El USDA estima que “las reducciones en el uso de tierras, antibióticos, abonos y pesticidas supondrán una disminución del 12% en la producción agraria europea, en caso de adopción unilateral” (es decir, en caso de que solo se adopten en la UE) y no tendrían prácticamente impacto en la producción del resto del mundo.
Si esos cambios se adoptaran no solo en la UE sino también en otros países, la caída en la producción en la UE sería del 11% y a nivel mundial del 4% (sin impacto en Estados Unidos) y si en todo el mundo se siguieran los objetivos de la UE la producción alimentaria de la UE caería el 7% y a nivel mundial el 11% (-9% en Estados Unidos).
Subida de los precios
La caída de la producción agraria supondría una disminución de la oferta alimentaria en la UE, lo que se traduciría en subidas de precios que impactarían en el poder de compra de los hogares europeos, asegura el ERS, que añade que “las subidas de los precios y de los costes alimentarios serían más elevados en el caso del tercer escenario, es decir, si los objetivos de las estrategias se aplicaran en todo el mundo.
La disminución de la producción y del comercio, junto con la subida de los precios de los productos alimentarios de base, “reduciría sensiblemente el producto interior bruto (PIB) de la UE, sobre todo si la adopción se limita a la UE”. En ese caso, la caída del PIB comunitario representaría el 76% de la caída del PIB a nivel mundial. En el segundo escenario, sin embargo, ese descenso del PIB comunitario sería del 49% del mundial y en el tercero de solo el 12%.
Respecto al comercio el informe señala que la caída en la producción dará lugar a una disminución de los intercambios, “aunque algunas regiones podrían beneficiarse dependiendo de la evolución de la demanda de importaciones. En cualquier caso, si el comercio se restringe como consecuencia de las medidas propuestas, el impacto negativo se concentraría en las regiones en las que la inseguridad alimentaria de la población es mayor”. En el primer escenario, el número de personas en situación de inseguridad alimentaria aumentaría en 22 millones de personas más de lo previsto a nivel mundial para el año 2030; en el segundo escenario el incremento sería de 103 millones de personas y en el tercero de 185 millones.
Por último, el ERS estima que la renta agraria bruta caería el 16% en la UE en el primer escenario mientras que subiría en un 8% en el segundo y en un 15% en el tercero.
