Imagínese, querido lector, que en un momento dado y por la confluencia de una serie de factores, se queda sin una parte de su comida; también desaparece el colchón de su cama y la taza del wáter se estropea y no hay repuestos. Pues eso mismo es lo que sucede este año con la paja y los animales.
La paja es un producto muy difícil de sustituir en la alimentación de ciertas especies ganaderas; es un elemento básico para su bienestar porque se utiliza como cama y, es, al mismo tiempo, el equivalente a la taza del wáter. Vamos, tres funciones en una y un elemento básico, esencial y casi insustituible. Y resulta que este año, como consecuencia de la importante sequía que sufre España, no hay ni cereales, ni grano y tampoco paja.
Los ganaderos están desesperados por hacerse con la que queda de campañas anteriores, que se ha puesto a precio de oro. Por ejemplo, en la Lonja de León su cotización se ha triplicado en relación con el existente hace ahora un año. Pero el problema más importante no es solo de precio, que también, sino de suministro, porque la oferta será muy escasa.
La paja es un producto muy difícil de sustituir en la alimentación de ciertas especies ganaderas
A ojos de los ciudadanos de a pie puede parecer un tema menor, pero desde luego que no lo es. La mayoría de los agricultores y ganaderos saben de la importancia de esta mercancía, calificada muchas veces como «subproducto» y que no se valora lo suficiente. Solamente nos damos cuenta de la importancia de algo cuando falta y este va a ser el caso de la paja durante este año y hasta que se realicen las siegas del año que viene.
A buen seguro que la escasez de paja puede convertirse también en una de las principales preocupaciones para los consejeros de Agricultura de muchas comunidades autónomas. Como resultado de las elecciones de ayer es muy probable que cambien unos cuantos y la ausencia de paja en el mercado será uno de los problemas que estén encima de su mesa durante los próximos meses. Como no será el único, tendrán que aprender deprisa y corriendo a separar el grano de la paja, pero partiendo de la base de que esta última es muy valiosa.