Las tractoradas de los agricultores y ganaderos alemanes y la proximidad de las elecciones al Parlamento Europeo han provocado un efecto contagio en los otros Estados miembros de la UE. Es verdad que hace unos cuantos meses tuvieron lugar en los Países Bajos protestas que cristalizaron en un partido de corte agrario, que se presentó a las elecciones provinciales que tuvieron lugar hace cerca de un año, obteniendo un importante éxito, aunque más tarde, en las generales, el efecto se desinfló un tanto. También, a lo largo de 2023, han sido constantes las manifestaciones en los países del este de la UE por las consecuencias negativas de las medidas de apoyo a Ucrania.
Asimismo, ha habido movilizaciones puntuales en otros Estados miembros. En el origen están los problemas de carácter nacional, pero también el hartazgo por los ataques sistemáticos de los burócratas de Bruselas, con la complicidad de los Gobiernos nacionales, a la actividad agraria en forma de una excesiva carga burocrática, de restricciones para producir, de aumento de los controles medioambientales, de reducción de los productos fitosanitarios que pueden utilizar para tratar las plagas, de la falta de controles para las mercancías que llegan de terceros países, de la aplicación del Pacto Verde Europeo… En resumidas cuentas, que los agricultores y ganaderos europeos se consideran maltratados. Todo ello ha cristalizado en unos momentos previos a las elecciones europeas que tendrán lugar a principios de junio.
En varios países se ha anunciado ya la presentación de candidaturas que representen directamente a los agricultores y ganaderos. En España se está trabajando ya en la misma línea y es bastante probable que termine presentándose una lista que represente directamente a los intereses del sector agrario, al margen de los partidos políticos actuales y también de las organizaciones agrarias más representativas. Los primeros movimientos entre bambalinas se registran en estos momentos y, salvo interferencias en los próximos meses, algo que no se debe descartar, habrá una candidatura agraria con el objetivo de conseguir al menos un eurodiputado, para lo que se necesitan alrededor de 300.000 votos en todo el país.
Artículo publicado por César Lumbreras el 22 de enero en La Razón
