Las tormentas de pedrisco que han descargado en algunas zonas de la Comunidad Valenciana durante el domingo 27 de mayo y la madrugada del lunes 28, han causado daños en más de 110 hectáreas de cultivo de las comarcas de Utiel-Requena y del Valle de Cofrentes.
Según las primeras informaciones recabadas por la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), el pedrisco ha afectado a cultivos como el viñedo, el olivar, las cerezas y algunas hortalizas. Del total de hectáreas afectadas, 60 corresponden a la comarca de Utiel-Requena y el resto se reparten en la comarca del Valle de Cofrentes.
El pedrisco de mayor tamaño cayó en determinadas franjas de algunos términos municipales, entre ellos Ayora, y provocó daños de hasta el 50% en explotaciones de olivar, y de más del 80% en parcelas de cerezo.
Las tormentas también afectaron a algunos huertos de hortalizas de temporada, que han registrado daños como consecuencia de una piedra que en algunos momentos alcanzó «el tamaño de una pelota de ping pong» y que no estuvo acompañada de mucha agua (una circunstancia que siempre atenúa su impacto).
Han registrado daños como consecuencia de una piedra que en algunos momentos alcanzó «el tamaño de una pelota de ping pong»
En cuanto a la comarca de Utiel-Requena, la organización agraria ha apuntado que la zona que se ha llevado la peor parte se encuentra ubicada entre los municipios de Utiel, Caudete y los Corrales. En concreto, los niveles de afección causados por el granizo se sitúan entre el 15% y el 20% de la futura cosecha de uva.
Las lluvias de la zona han sido tan abundantes que la mayoría de explotaciones se encuentran inundadas, y ello puede traducirse en la aparición de hongos como el mildiu. De ahí, que la preocupación de los viticultores se centre sobre todo en las consecuencias negativas que pueda tener a medio plazo la gran cantidad de agua que descargaron las tormentas.
Por otro lado, fuentes de la organización han destacado que a pesar de los daños ocasionados, las lluvias de estos últimos días han tenido efectos beneficiosos para el resto de cultivos, ya que han supuesto un importante riego adicional, han limpiado el arbolado y han recargado los acuíferos.