Las fuertes tormentas de aire y pedrisco que tuvieron lugar el viernes 3 de agosto en las Vegas Altas del Guadiana (Badajoz) afectaron principalmente a las plantaciones de ciruelas y tomates, según informó el presidente de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Villanueva de la Serena (Agryga), Herminio Íñiguez, quien ha lamentado este nuevo varapalo para el campo extremeño.
Las localidades más afectadas en la comarca han sido Valdivia, Gargálicas y Orellana la Vieja, donde el aire y el granizo han castigado las plantaciones de ciruelas y melocotón.
Asimismo, también han dañado cultivos como el maíz o el tomate, que en las próximas semanas comenzaría su recolección, así como algunas plantaciones de perales y de olivo superintensivo.
Según Íñiguez, se trata de un duro golpe para el campo extremeño que tras las lluvias de la pasada primavera y las fuertes tormentas que sacudieron la región el pasado mes de mayo, no remonta.
En este sentido, ha lamentado que las pocas ciruelas que cuajaron durante la campaña ahora se las ha llevado el aire.
El presidente se Agryga ha informado que el sábado 4 de agosto acompañó a los agricultores para hacer las primeras valoraciones ante la visita de los peritos de Agroseguro, que estudiarán los daños en los próximos días.
Es en esta entidad en la que tienen puestas sus esperanzas para salvar la campaña, ya que el Gobierno regional ha mostrado «poco interés» en las últimas semanas para ayudar al sector extremeño, ha señalado Íñiguez.
Pedrisco en La Rioja
La producción de la ciruela claudia que se cultiva en las localidades de Nalda y Albelda (La Rioja) ha descendido este año el 70% debido al pedrisco caído en el pasado mes de julio y se prevé una recolección de 70.000 kilos esta campaña.
Así lo ha detallado Raquel Ramírez, presidenta de la Cooperativa de Frutos de Campo de Nuestra Señora de Villavieja de Nalda, que junto a la asociación PANAL organiza la Fiesta de la Ciruela Reina Claudia en ese municipio.
Según Ramírez, algunos agricultores de Albelda llegaron a perder el 90% de su cosecha con la granizada del pasado 6 de julio. En concreto, ha estimado que esta cosecha se recogerá solo una tercera parte de la cantidad que se recolectaba otros años en esta zona.
Sin embargo, la poca ciruela que ha quedado sin dañar en los árboles es «de excelente calidad» y, debido a su escasez, se vende en el mercado a 3 euros el kilo, uno más que el año pasado, ha concluido.