En los últimos diez años, Extremadura ha perdido un millón de cabezas de ovino, es decir, el 25% de la cabaña con la que contaba hace una década. Eso supone casi 274 ovejas menos cada día a lo largo de ese período.
La organización agraria UPA-UCE Extremadura ha proporcionado ese dato tras revisar el censo de ovino de los diez últimos años, en los que se han perdido, en toda España, más de 6,5 millones de ovejas, que representan el 29% de la cabaña nacional. A finales de 2016 había en nuestro país 15,9 millones de ovinos, de los que 3,34 millones corresponden a Extremadura.
Según la organización, «esta caída podría pararse si la Administración ‘sacase del cajón’ el reglamento comunitario del etiquetado en origen, vigente desde 2015″, y se adoptan otra serie de medidas.
Respecto al citado reglamento, recuerda que está en vigor en toda la UE desde 2015 y exige su cumplimiento. El texto establece que debe indicarse en la etiqueta el país de nacimiento, cría y sacrificio de los animales, «y precisamente -dice- para los consumidores conocer esta información sobre el origen de los alimentos es una cuestión especialmente sensible».
UPA-UCE constata que «entre 2006 y 2016 el consumo ha bajado un 40%, y un 73% si nos remontamos a 2003» y pide apoyo para este sector en la futura PAC, manteniendo los pagos acoplados y con medidas de desarrollo rural «que reconozcan los beneficios del ganado extensivo para toda la sociedad con la limpieza de los montes».
Dado que la sequía está agravando la situación de los ganaderos, la organización reclama también líneas de apoyo para la creación de las infraestructuras necesarias para proporcionar agua a los animales (pozos de sondeo, abrevaderos, etc.).