Las fuertes lluvias registradas en las últimas semanas en Extremadura están dejando a numerosas producciones agrarias de esta Comunidad Autónoma en una situación “catastrófica”, según apuntaron fuentes de UPA-UCE.
El sector del tomate es el peor parado, de modo que la organización calcula pérdidas “millonarias”. Sin embargo, todavía no pueden ofrecer datos concretos, porque los agricultores no han podido acceder a sus campos dada las inundaciones que presentan las tierras.
El secretario general de UPA-UCE Extremadura, Ignacio Huertas, ha asegurado que las 24.000 hectáreas de plantación de tomate están afectadas: 19.000 hectáreas presentan afecciones de distinto grado y «deberán revolverse», mientras que 5.000 están aún por plantar, lo que conlleva retrasos y, en consecuencia, pérdidas de producción.
En lo que respecta al maíz, más de 2.000 hectáreas -de las 48.000 hectáreas- tendrán que revolver sus cultivos, lo que significa «volver a sembrar», mientras que en frutales y viñedos se hace necesaria la inversión en fitosanitarios, según la organización.
Huertas ha anunciado que van a solicitar reuniones con el Ministerio y la Consejería de Agricultura para diseñar un plan de actuaciones que permitan a los agricultores afectados aliviar «la complicada situación a la que se enfrentan».
Entre otras propuestas, la organización reclamará la reducción de módulos fiscales, financiación para las explotaciones afectadas (créditos blandos) y modificar las coberturas de los seguros para poder atender los daños.