Fijar la posición que defenderá España en la negociación del Marco Financiero de la UE para el periodo 2021-27, de la que dependerá el dinero que haya para financiar la PAC. Ese es el principal reto del Gobierno español en su conjunto y también del sector agrario durante el curso político que ahora comienza. La última palabra corresponde al presidente Pedro Sánchez, que no se ha pronunciado al respecto todavía. Mientras tanto, el ministro de Agricultura, el «desaparecido» durante gran parte de agosto, Luis Planas, que además durante los tres meses que lleva en el cargo ha adoptado un perfil público bajo, debe consensuar con las Comunidades, que tienen posturas diferentes, la posición que defenderá España en las negociaciones sobre la PAC del futuro, que ya están abiertas en Bruselas. Es el segundo gran reto de fondo de este curso.
El «desaparecido» Luis Planas debe consensuar con las comunidades la posición de España ante la nueva PAC
En el principal partido de la oposición, el PP, deben decidir si prestan atención al sector agroalimentario, como dicen sus responsables, comenzando por Pablo Casado, y lo que hacen luego, suprimiendo la secretaría de Agricultura que existía hasta principios de agosto en el organigrama de este partido.
La gestión del agua, que ahora corresponde al Ministerio de Teresa Ribera, va a ser otro de los quebraderos de cabeza de los próximos meses. Las declaraciones de esta última en el sentido de que el diésel tenía los días contados son motivo de preocupación entre los agricultores que, de momento, no disponen de otra alternativa de combustible. ¿En qué medidas se van a traducir esas declaraciones de la ministra? Es una de las grandes dudas al comenzar este curso de carácter marcadamente electoral, ya que habrá que elegir a los miembros del Parlamento Europeo, a los nuevos ayuntamientos y diputaciones y a los responsables de la mayor parte de las comunidades.
Artículo de opinión publicado en el diario `La Razón´ el 3 de septiembre 2018. El Galgo Apeles: César Lumbreras
