Continúan apareciendo nuevos casos de peste porcina africana. Las autoridades belgas han detectado cinco nuevos casos de jabalíes infectados en la provincia de Luxemburgo, al sur de Bélgica, de modo que la cifra total ya se sitúa en catorce.
Estos nuevos casos han sido identificados por la red de vigilancia sanitaria de la fauna salvaje y confirmados por el ministro federal de Agricultura, Denis Ducarme. Los cinco animales que han dado positivo fueron encontrados en la zona de 63.000 hectáreas trazada en los alrededores de la región de Etalle, al sur del país, donde fueron localizados los primeros casos de la enfermedad.
La Agencia de Seguridad Alimentaria de Bélgica había informado ayer del total de animales infectados por la enfermedad desde que se detectara el pasado 13 de septiembre en la ciudad de Etalle, provincia de Luxemburgo, a los que hay que sumar los nuevos hallazgos.
El lunes 24 también se detectaron nuevos casos en China, en concreto, en la región autónoma de Mongolia Interior.
La Comisión Europea ha calificado de «rápida y proporcionada» la actuación de las autoridades belgas en respuesta al brote y ha valorado la colaboración entre Bélgica y los países vecinos para tratar de evitar su propagación.
El ministro de Agricultura belga tiene previsto participar en dos reuniones hoy miércoles para abordar con los representantes del sector porcino la aplicación de las medidas en el país y los apoyos a los productores.
Precisamente ayer, el comisario europeo de Agricultura, Phil Hogan, advirtió a los Estados miembros que era necesario tomarse con más seriedad los casos de peste porcina africana que afectan ya a nueves socios comunitarios.
Y, aunque reconoció que se está tratando de contener la expansión de la enfermedad desde el este de Europa, insistió en que que son necesarios más esfuerzos. “No estamos teniendo todo el éxito que deberíamos. Necesitamos la cooperación de todo el mundo en los Estados miembros, hay un límite en lo que la Comisión puede hacer”.
La enfermedad afecta ya, en mayor o menor medida, a Rumanía, donde ya se ha sacrificado a 90.000 animales, así como a Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, Bulgaria, República Checa y Bélgica. En Cerdeña la enfermedad es endémica.