Grecia ha confirmado la presencia de la peste porcina africana en su territorio. Sus servicios veterinarios notificaron el 5 de febrero un foco en una explotación de traspatio en la región de Serres, situada al norte del país y a unos 60 kilómetros de la frontera con Bulgaria, país afectado por la enfermedad. La granja contaba con un censo de 32 animales, de los que uno apareció muerto el 3 de febrero, según ha informado el Ministerio de Agricultura español.
Este ha señalado que durante los últimos tres meses no se han realizado movimientos de riesgo con destino a España desde Grecia, un país que cuenta con un censo aproximado de 758.000 cabezas de porcino.
Asimismo, ha insistido en la importancia de aplicar unas adecuadas medidas de bioseguridad en las explotaciones porcinas y en el transporte de ganado, así como por parte de los cazadores que viajen a países afectados o de riesgo.
El Ministerio también ha recordado la necesidad de garantizar un buen funcionamiento de los sistemas de vigilancia pasiva, de forma que se comunique a los servicios veterinarios oficiales cualquier indicio de la enfermedad que pudiera aparecer en los animales, tanto en las explotaciones y medios de transporte de ganado como en el medio natural en los jabalíes silvestres.
Medidas de protección
Tras confirmar el foco, las autoridades griegas han puesto en marcha las medidas recogidas en la normativa comunitaria para estas situaciones (vaciado sanitario de la explotación, investigación epidemiológica para determinar el origen del foco y los contactos de riesgo, establecimiento de zonas de protección y vigilancia).
Con Grecia son ya 11 los Estados miembros de la UE afectados por la enfermedad, incluyendo a la isla de Cerdeña (Italia), donde es endémica. En noviembre de 2019, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) daba cuenta del elevado riesgo de expansión de la enfermedad en el área de los Balcanes y se estableció una zona de restricción en una franja al norte de Grecia, en la frontera con Bulgaria.