La persistencia de los pesticidas amenaza los suelos europeos

Un estudio desarrollado por investigadores del proyecto Diverfarming encuentra residuos de pesticidas en los suelos de 11 países europeos

agricultura regenerativa

El empleo de productos fitosanitarios para combatir las malas hierbas y otras plagas que afectan a los cultivos en el último medio siglo ha conseguido aumentar la productividad de la agricultura europea de los cultivos. Su uso ha sido una de las principales bases de la intensificación agrícola de las últimas décadas y ha jugado a favor del aumento del rendimiento de las cosechas, pero esas ventajas no le han salido gratis a los suelos agrícolas de la Unión.

Dos investigadores del equipo científico del proyecto europeo Diverfarming en la Universidad de Wageningen (Países Bajos), Violette Geissen y Coen J. Ritsema, han analizado muestras superficiales de suelo de 11 países europeos en busca del rastro de los pesticidas utilizados en el ámbito de la agricultura y han confirmado la persistencia de este tipo de productos en la tierra.

Tras analizar 317 muestras tomadas en 2015 en 11 países europeos pertenecientes a 6 sistemas de cultivo diferentes, el estudio “Residuos de pesticidas en los suelos agrícolas europeos: una realidad oculta desplegada” concluyeron que el 83% de estas muestras contenían residuos de pesticidas (76 tipos de compuestos distintos).

Glifosato, DDT (prohibido desde los años 70) y fungicidas de amplio espectro fueron los principales compuestos detectados

El 58% de ese porcentaje fueron mezclas de pesticidas frente a un 25% que provenían de un solo tipo de sustancia. Glifosato, DDT (prohibido desde los años 70) y fungicidas de amplio espectro fueron los principales compuestos detectados.

La creciente preocupación social recae sobre dos preceptos básicos: la alta persistencia de ellos en el suelo (como se comprueba en este estudio) y la toxicidad para algunas especies no objetivo (aquellas a las que no va dirigido). Teniendo en cuenta que los residuos se acumulan en la parte más superficial del suelo, estos volarán fácilmente a bordo de las corrientes de aire.

A la hora de afrontar este problema, el proyecto Diverfarming, financiado por el programa H2020 de la Comisión Europea, plantea un uso más racional de la tierra y de los inputs que se incorporan a ella: agua, energía, fertilizantes, maquinaria y pesticidas.

Para conservar el equilibrio de los microorganismos del suelo y, por tanto, la biodiversidad y la salud del mismo plantea una serie de alternativas que van desde el uso de nuevos pesticidas no persistentes, bioestimulantes, composts orgánicos o aliarse con la diversificación de cultivos que proporciona comunidades de insectos equilibradas y, por tanto, ausencia de plagas.

Para tener buenos productos necesitan un buen suelo

Según el estudio, la presencia de mezclas de residuos de pesticidas en los suelos es la regla y no la excepción, por lo que se muestra necesario evaluar los riesgos ambientales en el caso de estos compuestos combinados para minimizar su impacto.

Cada vez más, quienes cultivan la tierra toman conciencia de que para tener buenos productos necesitan un buen suelo, por lo que estudios como los de Geissen y Ritsema y estrategias como las que plantea Diverfarming son cada vez más necesarios en el sector agrícola europeo.

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