La producción comunitaria de piensos compuestos para el ganado se verá afectada, también en 2021, por los problemas de mercado que generan a los productos animales las medidas de control del Covid-19 y la presencia de gripe aviar y de peste porcina africana (PPA) en parte de la Unión Europea.
A ello hay que sumar el efecto que puedan tener las decisiones que se adopten en el marco del Pacto Verde europeo y las que tomen las autoridades nacionales en el ámbito del bienestar animal y para la reducción de emisiones contaminantes, como las de amoniaco.
Este es el panorama que dibuja la Federación de Fabricantes de Alimentos para el Ganado de la UE (FEFAC), que, de momento, no ha avanzado cifras sobre el volumen de producción para este año. En un comunicado pone de manifiesto la baja rentabilidad de la producción de porcino y pollo en los primeros meses de 2021 debido a la subida de las materias primas para alimentación animal y a los problemas crecientes de exportación de los Estados miembros con casos de peste porcina africana y gripe aviar.
Descenso del 4,6% en España en 2020
En lo que respecta al año 2020 la Federación da cuenta de una producción de piensos estable respecto al año anterior (+0,1%; 164,9 millones de toneladas, incluido el Reino Unido) a pesar del fuerte impacto del Covid-19 en el canal horeca y en el turismo y, en consecuencia, en los sectores ganaderos. La evolución no fue, sin embargo, uniforme, ya que disminuyó la producción de alimentos para el vacuno (-0,2%) y las aves (-0,8%) y aumentó para porcino (+1,3%) y otras especies (+1,1%). También hubo diferencias notables dependiendo de los Estados miembros. España figura entre los que registraron una caída más acusada (-4,6%).
En el caso de los alimentos para el porcino, el incremento se debió a la mejora de las exportaciones de algunos Estados miembros a China por la presencia de la PPA en Alemania. Por otro lado, los problemas en los mataderos provocados por la pandemia obligaron a que muchos animales permanecieran en las explotaciones más tiempo del habitual con el consiguiente aumento en el consumo de piensos.
En cuanto a los alimentos para aves, FEFAC subraya que se trata de la primera caída de la producción en diez años y fue consecuencia tanto del impacto de las medidas adoptadas para frenar el coronavirus como de la incidencia de focos de gripe aviar en un buen número de Estados miembros. Las restricciones al turismo impactaron especialmente en España, según la Federación, donde la producción de carne de ave disminuyó casi un 20% respecto a 2019.
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