Marruecos ha aumentado la alerta y el nivel de movilización contra el riesgo de proliferación de la plaga de langostas del desierto que ha afectado en las últimas semanas a varios países vecinos y en particular en la región el Sahel y el noroeste de África.
El Ministerio marroquí del Interior señala en un comunicado que se detectaron enjambres de langostas en algunas zonas del sureste del país, pero «en zonas restringidas y en cantidades limitadas», y afirma que la situación «permanece bajo control y no genera ninguna preocupación por el momento». «Se han tomado todas las medidas preventivas necesarias para hacer frente a todas las eventualidades y posibles desarrollos», según indica la nota.
La misma fuente afirma que se formaron equipos de intervención encargados de hacer seguimiento, detección y lucha contra las langostas, equipados con material e insecticidas, y añade que se movilizaron también medios aéreos para frenar el riesgo de proliferación de este insecto.
Asimismo, el ministerio señala que el país dispone de cantidades suficientes de insecticidas para «hacer frente a cualquier emergencia» y apunta que los equipos de intervención han tomado las precauciones necesarias para «proteger los ecosistemas, preservar la biodiversidad de los entornos naturales y salvaguardar sus recursos hídricos, vegetales y animales».
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) considera la langosta del desierto como «la plaga migratoria más destructiva del mundo» ya que es un «insecto voraz» que «ingiere su propio peso cada día» en «los cultivos alimentarios y el forraje».
La FAO alerta de que «los enjambres de gran tamaño son una grave amenaza para la seguridad alimentaria y los medios de vida rurales».