La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA por sus siglas en inglés) ha publicado los resultados de sus dos evaluaciones experimentales sobre los riesgos que suponen para los seres humanos los residuos de múltiples plaguicidas en los alimentos.
Las evaluaciones – una que considera los efectos crónicos en el sistema tiroideo y otra que aborda los efectos agudos sobre el sistema nervioso – son la culminación de una colaboración plurianual entre la EFSA y el Instituto Nacional de Salud Pública y Medio Ambiente de los Países Bajos (RIVM).
Según ha informado, su conclusión general es que «el riesgo que corren los consumidores derivado de la exposición alimentaria acumulativa se sitúa, con distintos grados de certeza, por debajo del umbral que activa la adopción de medidas reglamentarias para todos los grupos de población abarcados».
La investigación ha incluido el análisis de los efectos de estos productos en diez grupos de consumidores de la Unión Europea (UE) entre 2014, 2015 y 2016, que fueron divididos entre niños de uno a tres años de edad, otros niños y adultos.
Esta línea de investigación esperan mantenerla en los próximos años para realizar evaluaciones que abarcarán los efectos de los fitosanitarios en otros órganos y funciones corporales, además de estar trabajando actualmente en un plan «exhaustivo de aplicación con la Comisión Europea», ha detallado la Agencia Europea.
Investigación
Para realizar ambas investigaciones, EFSA y RIVM han contado con un periodo de consulta de dos meses en los que la EFSA ha recibido observaciones de representantes de instituciones nacionales, mundo académico, organizaciones no gubernamentales y asociaciones comerciales.
Según han explicado, las sustancias analizadas en las evaluaciones fueron determinadas por los expertos en materia de plaguicidas de la EFSA, con «una metodología especialmente diseñada para clasificar plaguicidas en grupos de evaluación acumulativa».
También han recordado que el Reglamento de la Unión Europea (UE) sobre los límites máximos de plaguicidas en alimentos marca que las decisiones sobre dichos límites deben tener en cuenta los efectos acumulativos de los plaguicidas cuando se disponga de métodos para evaluar sus efectos.
Finalmente, han hecho hincapié en que el reglamento de comercialización dicta que esos productos no deben tener efectos nocivos en los seres humanos.