Primer hecho relevante. Corría el año 1982. Un jovencísimo Luis Planas se presentó como candidato a las elecciones generales por Córdoba y resultó elegido diputado. Desde entonces lleva viviendo de la política. Recuerdo el lema utilizado por los socialistas de Felipe González y Alfonso Guerra aquel año: “por el cambio”. A Luis Planas aquello del cambio le gustó, se lo aprendió de memoria y pasados cuarenta años sigue erre que erre, cambiando de opinión siempre y cuando sea necesario para mantener su poltrona, ya que sus principios son muy flexibles. El 14 de octubre de 2019, preguntado por la concesión de la amnistía a los independentistas catalanes, dijo textualmente que “la amnistía no esta contemplada en la Constitución española”.
Sin embargo, el pasado jueves, en Tarragona, preguntado por el acuerdo entre los de Puigdemont y el PSOE, que contempla, entre otras concesiones, la amnistía, Luis Planas, ministro de Agricultura en funciones del Gobierno en funciones de Pedro Sánchez, y que sigue siendo diputado por Córdoba cuarenta años largos después, dijo lo siguiente: “nosotros utilizaremos como marco de nuestro trabajo la Constitución española”
¿En que quedamos, señor Planas, en lo primero o en lo segundo, porque son afirmaciones contradictorias? ¿Cuándo falta a la verdad, en lo que dijo en 2019 o en lo que ha dicho hace apenas cuarenta y ocho horas? Claro que también puede aplicarse aquello que repetía Groucho Marx: “estos son mis principios. Si no le gustan… tengo otros”.
Segundo hecho relevante. Planas y su equipo de mariachis han decidido que van a analizar el contenido de carbono en los suelos agrícolas para determinar su capacidad de secuestro del mismo y establecer las bases del futuro sistema de certificación de los créditos. Así, cada dos años se analizarán los suelos de 16.000 parcelas agrícolas repartidas por todo el territorio. El proceso será el siguiente: representantes de Agroseguro, a quien se ha encargado esta tarea, se presentarán en la parcela y extraerán 1,5 kilos de tierra. No es que sea mucha cantidad, pero el meollo no está en eso, sino en lo que sigue: ¿puede entrar alguien en una parcela que es de propiedad privada y, sin contar con el permiso de su dueño, llevarse una parte del suelo y de la tierra de la misma por pequeña que sea?
Dicen Planas y sus mariachis en una carta enviada a las organizaciones agrarias que “en los próximos días nos pondremos en contacto con los titulares de las parcelas afectadas para ofrecerles la posibilidad de estar presentes durante la extracción de la muestra”. Pero, ¿esto qué es? Planas y sus mariachis van a llevarse una parte, aunque sea pequeña, de la tierra de un agricultor y todavía tienen la desfachatez de invitar al propietario a estar presente en el “robo”. ¿No deberían pedir permiso, por lo menos? Deben ser cosas normales para los socialistas.
Tercer hecho relevante. El jueves por la noche los representantes de la presidencia española del Consejo de Ministros de Ministros, encabezados por la socialista Teresa Ribera, y del Parlamento Europeo, con el eurodiputado socialista César Luena de ponente, llegaron a un acuerdo político sobre la futura norma de restauración de la naturaleza en la UE. El texto debe ser ratificado todavía por ambas instituciones, pero lo que propone es, como idea básica, que los agricultores y ganaderos que cuenten con explotaciones en zonas incluidas en la Red Natura, tendrán más cortapisas y dificultades para producir y para llevar a cabo su actividad agraria en el futuro. Ni más, ni menos. ¡Señor, señor, danos paciencia!
Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar (8.7MB)
