“Luis Planas convoca a las comunidades autónomas el próximo 21 de octubre para cerrar el Plan Estratégico de la PAC”. Este es el titular de la nota oficial del Ministerio de Agricultura que da cuenta de la convocatoria de la Conferencia Sectorial de Agricultura y Desarrollo, que tendrá lugar la próxima semana, para decidir cómo se reparte el dinero de la nueva PAC entre cada uno de los beneficiarios y de las comunidades autónomas. Curiosamente, Planas y su equipo olvidan decir que han decidido que esa reunión con los consejeros se realizará mediante videoconferencia, en lugar de que estos se desplacen a Madrid y se vean las caras, vamos, que tenga carácter presencial. Lo han leído bien: la reunión sobre el asunto de política agraria más importante de los últimos años, y que tendrá consecuencias directas sobre los beneficiarios de las ayudas hasta 2027 incluido, se va a hacer, por decisión del ministro, Luis Planas, por videoconferencia. ¿A qué y a quién teme Planas? Lo anterior es muy grave. Como es también muy grave que los consejeros de Agricultura hayan “tragado” con esta imposición del déspota Planas, entendido su despotismo como “abuso de superioridad, poder o fuerza en el trato con las demás personas”, según dice la Real Academia.
Además, no sabemos muy bien en qué momento del proceso negociador nos encontramos, porque el ministro de Agricultura, en otra muestra de su despotismo, todavía no ha remitido a las comunidades autónomas el acta de la reunión que mantuvieron el 14 de julio, y eso que ya han pasado más de tres meses de aquellos hechos. Entonces Planas salió diciendo que había un acuerdo sobre todos los aspectos de la nueva PAC, salvo los ecoesquemas, mientras que una buena parte de los consejeros de Agricultura asistentes a la reunión afirmaron que el único acuerdo que se había alcanzado era seguir negociando sobre la base del documento presentado por el Ministerio, pero que en ningún caso había acuerdo sobre su contenido. Para saber lo que pasó realmente ese 14 de julio habrá que esperar a que se presente el acta y comprobar si la redacción de ese documento se corresponde con la realidad. Puede parecer un tema menor, pero no lo es, ni mucho menos.
Otra prueba más de cómo se las gasta Planas. Su aparato de propaganda publicó otra nota ayer diciendo que “el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, a través del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), va a adelantar a las comunidades autónomas las cantidades necesarias para el pago de los anticipos de las ayudas directas de la Política Agraria Común (PAC) correspondientes a la campaña 2021”. Se trata de una burda maniobra de propaganda para confundir y que el beneficiario piense que son Planas y el Ministerio los que pagan. Mentira, porque el dinero procede de las arcas de la UE, vamos que paga Bruselas, y son las comunidades autónomas, a través de sus consejerías de Agricultura, las que realizan la operación de pagar. Con esta nota, Planas y su aparato de propaganda han dejado al FEGA y a su máximo responsable, Miguel Ángel Riesgo, a los pies de los caballos ya que se trata de una burda maniobra que tiene un recorrido muy corto. Repito: paga Bruselas, no Planas, y gestionan el pago las consejerías de Agricultura. Las cuentas claras.