Esta semana se ha aprobado la nueva normativa laboral, que es rechazada de forma prácticamente unánime por todo el sector agrario, al considerarla muy lesiva para su intereses. Y Planas: nada de «na». Puesto de perfil como es habitual en él y eso que se supone que de esto debe saber algo, porque en su currículo pone que es inspector de trabajo. Es una más de las faenas hechas por este Gobierno al campo, que se suma, por ejemplo, a las nuevas reglas sobre la protección del lobo que impuso meses atrás Teresa Ribera, la ministra para la Transición Ecológica. ¿Dónde estaba el ministro de Agricultura cuando sucedió todo esto? Pues eso, puesto de perfil como es habitual en él. Ósea, otra vez, nada de «na». Y cuando Teresa Ribera preparó la nueva planificación hidrológica, en la que se niega el agua para nuevos regadíos, ¿dónde estaba Planas? Pues, una vez más, puesto de perfil y mirando para otro lado. Ósea, nada de “na”.
Y, cuando Garzón, el ministro de Consumo, hizo esas declaraciones a un medio británico sobre la mala calidad de una parte de la carne española, ¿dónde se hallaba el ministro Planas? Tardó diez días en salir a defender a los ganaderos españoles y, cuando lo hizo, tarde, siempre estuvo monitorizado por La Moncloa. Otra vez nada de «na». Hace dos años los agricultores y ganaderos estaban en las calles y carreteras, protagonizando las mayores protestas de este siglo. ¿Qué hizo Planas entonces? Pues en materia de fiscalidad, energía y costes de producción, anunció la creación de una mesa de trabajo que no se ha reunido ni una sola vez en estos veinticuatro meses. Otra vez nada de «na».
Durante las últimas semanas la gente del campo se ha echado otra vez a las calles y carreteras para protagonizar manifestaciones y tractoradas, porque la situación es peor que hace dos años y para protestar por el Plan Estratégico de Planas, el PEPLA, que ha enviado a Bruselas. Y, ¿qué hacen el ministro y su equipo? Pues, otra vez, nada de «na». Parece como si la cosa no fuese con él, sino que los culpables son siempre los otros miembros del Gobierno. Los Garzón, Ribera y Yolanda Díaz tendrán su parte de culpa, pero Planas también, bien por acción o por omisión. ¿Acaso tenemos ministro de Agricultura? Pues, nada de «na».