El Pregón: Planas sigue mintiendo, mientras el suministro de alimentos no está garantizado

Por César Lumbreras

Comienza el nuevo curso y Luis Planas es ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, aunque sigue sin funcionar y, además, miente. En la nota de sus servicios de propaganda, en la que se recogía su agenda para esta semana, había dos mentiras claras. La primera, cuando se calificaba a Planas como “ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación” a secas, olvidándose de que está “en funciones” y que solo debe gestionar los asuntos de trámite y ordinarios. Puede parecer un tema menor, pero no lo es, porque denota ignorancia, prepotencia y chulería.

Segunda mentira: en la agenda del ministro para el viernes 1 de septiembre, es decir, ayer, se indicaba que “Luis Planas inaugura Salamaq`23 Feria del Sector Agropecuario y 34 Exposición Internacional de Ganado Puro”. Afirmar eso también es mentir, porque el que inauguraba era el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y Planas era un miembro de la comitiva. Repito lo dicho anteriormente: puede parecer un tema menor, pero no lo es, porque es otro gesto de chulería y prepotencia. Vamos, que Planas y sus mariachis se han marcado “dos rubiales”, y no me refiero al “pico”, sino a lo otro, dijeron “aquí estoy yo”, aunque sea mentira, y se quedaron tan anchos.

Y este comienzo del curso se presenta movido en lo que respecta a los alimentos en su doble vertiente de garantía de abastecimiento y de precios. Los consumidores de los países desarrollados damos por sentado que tiene que haber los alimentos que queremos, cuando queremos y a precios que consideramos asequibles. Y eso puede suceder, o no. Un ejemplo claro es lo que pasa con el precio del aceite de oliva, que en origen está, en el caso del extra, a 8.500 euros por tonelada o 8,5 euros por kilo. Y, ¿por qué? Pues muy sencillo: primero, porque durante la campaña que está a punto de finalizar la producción fue menos de la mitad de la que se considera normal en España; segundo, porque las previsiones para la campaña que comenzará dentro de un mes también son malas y, aunque llueva en los próximos días, la producción será corta y se situará entre 600.000 y 700.000 toneladas de aceite de oliva, porque el daño ya está hecho.

Como ya dije la semana pasada, el aceite de oliva escasea y es lógico que suba de precio, aunque España sea el primer productor mundial y aunque se hayan reducido el consumo interno y las exportaciones. Otro ejemplo es el del arroz: en nuestro país escasea el del tipo bomba y habrá que esperar cerca de dos meses a que salga al mercado la nueva cosecha; mientras tanto, la India ha decidido restringir o prohibir las exportaciones de algunas variedades de arroz para garantizar el abastecimiento de su mercado interior y para evitar que se disparen los precios de un producto básico para ellos. Pero, claro, esto último también repercute en el mercado mundial de arroz y en sus cotizaciones. Y es que, por muchos adelantos técnicos, el hombre no controla todavía el clima, por lo que los alimentos no están garantizados, aunque muchos en las ciudades no sean conscientes de ello.

Mientras tanto, volviendo a España se anuncia para este fin de semana un temporal con precipitaciones importantes, que también pueden provocar daños. Hace falta que llueva, sí, pero a su tiempo y de forma gradual y sostenida. Y, hace falta que Planas, el ministro en funciones, que no funciona, y sus mariachis dejen de mentirnos.

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