Se dice pronto. Han tenido que pasar 37 días para que los responsables del Ministerio de Agricultura hayan remitido a las Consejerías de Agricultura un documento-propuesta con las medidas que están dispuestos a introducir, por ejemplo, en el Plan Estratégico de la PAC que impuso Luis Planas. Repito: 37 días que son los que van desde el 30 de enero, primera jornada de movilizaciones en Zamora, hasta el 6 de marzo, que es la fecha del citado papel. En el caso de las tres organizaciones agrarias reconocidas (ASAJA, COAG y UPA) es verdad que ha habido alguna reunión y que, en ella, Luis Planas y los miembros de su equipo han leído lo que estaban dispuestos a hacer, pero sin entregar un solo papel.
Eso a fecha de hoy, cuando ya se cumplen 40 días de la citada primera protesta. Esa es la forma que tiene Planas de negociar y su manera de entender un sistema democrático. Mientras tanto, durante estas últimas jornadas han continuado las movilizaciones. Esta es la foto fija de la situación. A pesar de ello, hay organizaciones agrarias que valoran como positivas algunas de las medidas presentadas de palabra, que no por escrito, por Planas. Debe ser que, tras la experiencia de estos casi seis años que Planas lleva al frente del Ministerio de Agricultura, todavía se fían de la palabra del ministro. Pues allá ellas.
Y, hablando de fiarse, ¿se puede fiar el campo europeo de las promesas hechas por Ursula von der Leyen? Me explico: durante los cuatro años y medio que lleva al frente de la Comisión Europea, hemos conocido a “dos Ursulas”. La primera, la que junto a su vicepresidente Timmermans puso en marcha el Pacto Verde europeo y todas las medidas incluidas en la nueva PAC, que son uno de los principales motivos de protesta de los agricultores y ganaderos; la segunda es la Ursula que en los últimos meses ha decidido dar una cierta marcha atrás en algunas de esas medidas verdes. Llegados a este punto, hay que hacerse la siguiente pregunta: ¿con cuál de las “dos Ursulas” nos quedamos? La respuesta es importante, porque von der Leyen ha sido designada esta semana por el Partido Popular Europeo (PPE) como su candidata a presidir la Comisión Europea a partir del 1 de noviembre de este año. Insisto: ¿es de fiar Ursula, la candidata del PPE, partido que se presenta como defensor del sector agrario y del medio rural europeo? Ahí lo dejo por ahora.
Y destaco un detalle que se olvida con frecuencia: el actual comisario de agricultura europeo, un polaco de apellido impronunciable, que, digo yo, habrá tenido algo que ver en la actual PAC, pertenece al mismo grupo político que Vox, que también dice defender al campo español, en el Parlamento Europeo. ¿Cómo se come eso?
Por último, esta semana hemos conocido un dato muy simbólico, que refleja la tendencia hacia la que va el sector agrario español: el número de explotaciones ganaderas que entrega leche de vaca a las industrias ha bajado por primera vez de las 10.000. A pesar de ello, de que haya menos ganaderos, la producción de leche de vaca en España ha aumentado. Ya ha pasado en otros sectores como el porcino o el de las frutas y hortalizas y es imparable: habrá menos explotaciones, pero más grandes.