El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha defendido que una nueva subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) sería «perfectamente compatible» con la rentabilidad del sector agrario. Lo dijo tras mantener una reunión con las organizaciones agrarias ASAJA, COAG y UPA el miércoles -15 de enero-.
La subida del SMI es uno de los asuntos que tratará de abordar el nuevo Ejecutivo tras escuchar la opinión de la patronal CEOE y de las organizaciones sindicales.
La COAG ya alertó del encarecimiento de los costes laborales que esta medida acarrearía para las pequeñas y medianas explotaciones.
Por su parte, Planas hizo mención a la anterior subida aprobada por el Ejecutivo hace algo más de un año (que situaba el SMI en 900 euros): fue un «avance importante» a nivel económico y social, «compatible» con la creación de empleo y «en línea» con las exigencias de la Unión Europea. A pesar de ello, el ministro ve conveniente analizar las consecuencias que estas actualizaciones salariales tienen «en cada sector».
En ese sentido, ha reconocido que el sector primario tiene «unos márgenes de rentabilidad muy estrechos» pero «para eso existe la PAC, para apoyarlos».
El presidente de ASAJA, Pedro Barato, señaló que hay «preocupación» por una posible subida del SMI y cree que ello deriva en una mayor mecanización de las labores agrícolas para contar con menos mano de obra.
Planas, por su parte, ha defendido que no observa esa vinculación y, a su juicio, la mecanización es fruto de la «propia transformación» del sector, donde el avance de la tecnología ha permitido aumentar la productividad agrícola de «forma significativa».
Los autónomos creen que no es positivo
El presidente nacional de las Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, ha asegurado que subir más el Salario Mínimo Interprofesional sería «una bofetada» para la España vaciada, ya que las producciones no pueden asumir los costes laborales.
A su juicio, si sigue aumentando el SMI, las consecuencias son que «o bien se prescinde del trabajador que se tenga contratado, o se cierra el negocio», aunque también puede «aumentar la economía sumergida», como ha ocurrido en 2019.
En su opinión, el nuevo Gobierno «que parece cargado de nuevas reformas, la primera que debería abordar es la financiación autonómica y, en este aspecto, la despoblación debe ser un objetivo primordial, un plus adicional de dicha financiación autonómica».