Este lunes -31 de enero- la Policía Local de Lorca ha tenido que desalojar a una treintena de ganaderos exaltados que se manifestaban junto a otras 500 personas en la puerta del Centro de Desarrollo Local, en cuyo interior se iba a celebrar el pleno del Ayuntamiento, tras haber saltado el cordón policial que protegía el edificio.
El grupo de manifestantes ha burlado la seguridad policial y ha subido por las escaleras hasta la cuarta planta, profiriendo gritos y amenazas contra el equipo de gobierno y advirtiendo de que iban a quemar el edificio, en una protesta que ha llevado a suspender finalmente la sesión plenaria.
El alcalde de Lorca, Diego José Mateos, ha condenado los hechos y los ha calificado de «atentado a la democracia, que recuerda al asalto al Capitolio» de enero de 2021. Mateos ha expresado su repulsa por el comportamiento de un grupo de personas que «ha invadido una propiedad municipal» y ha confiado en que todos los grupos «condenen» lo ocurrido esta mañana «por respeto a los 25 concejales que forman parte de la corporación».
Asimismo, ha expresado su «desconcierto» por los motivos que han llevado a los ganaderos a protagonizar estos hechos, una modificación del plan general que regula la distancia entre las granjas y los núcleos de población y que afecta a las instalaciones nuevas o ampliaciones de existentes, pero no a las cerca de 700 que operan en el término municipal.
Los manifestantes han llegado a la puerta del despacho en el que el alcalde, el concejal de urbanismo y representantes del sector ganadero se reunían para tratar de desbloquear la crisis generada a costa de una modificación del plan urbano que limita la construcción de granjas de porcino.
En el salón de plenos habilitado en el citado centro municipal a raíz de la crisis del coronavirus se encontraban manifestantes a la espera de que comenzara la sesión, prevista para las diez de la mañana y que se ha tenido que suspender porque la policía no podía garantizar la seguridad de la sesión.